Esta semana líderes del Mercado Municipal se declaraban contentos y animados, pues ya tienen el acuerdo del Patronato del Centro Histórico para arrancar el proyecto de restauración de ese centro de abastos. 

Ya tenemos -me dijo uno- “el proyecto ejecutivo” para realizar la obra de 63 millones de pesos que durará entre 8 y 9 meses. Parece ser que el Ayuntamiento ha encontrado resistencias en el Gobierno del Estado y se está retrasando hasta el próximo año la ejecución de la obra.

Continúa nuestra plática y nos dice un hombre canoso: el Ayuntamiento tendrá que entrarle al quite al mercado  porque,  hoy más que nunca, los líderes están convencidos y de acuerdo para empezar por el foco número uno de contaminación: la fosa séptica  que  era un estacionamiento, pero que después, por el crecimiento y desarrollo del mercado, se convirtió en resumidero.

El Patronato del Centro Histórico de Mérida desarrolló, de acuerdo con autoridades y líderes del mercado primero, el proyecto general que da sustento a la obra,  para llegar a un  análisis y de allí  al proyecto ejecutivo que es prácticamente el inicio del remozamiento. 

Pero parece ser que se politiza en estas  épocas  la aportación de los  dineros que son  de los yucatecos, específicamente de los meridanos. Los políticos olvidan que son sólo gestores y pretenden agandallarse sacrificando a la ciudad con  la cancelación de una obra que es necesaria para la salud y bienestar de la  gente  que allá labora y de los que van  a surtirse todos  los días. Sólo ven su beneficio o su costo político, o bien la venganza. 

No aburramos a los líderes, no los engañen, hay que ser honestos. El Patronato del Centro Histórico de Mérida está diseñado para  la sociedad, sus puertas están abiertas a la transparencia, está  ocupado  en desarrollar planes y estudios con sustento social. Ha desarrollado  algunos muy complejos, como  la reconstrucción del Centro Histórico, pero el Patronato no hace la obra, sólo entrega los estudios y  proyectos. Sus atribuciones allí terminan,  da por entendidas la  experiencia y la honestidad de quienes realizan físicamente  los trabajos, pero no supervisa  ni avala los pagos porque solamente es gestor.    

Es interesante que se conozca el trabajo del Patronato hacia la calle.  En ese organismo cooperan muchos  jóvenes estudiantes que aportan sus  conocimientos mientras estudian. Arquitectos con muchos años de experiencia que desarrollan proyectos y estudios con sentido social. El Patronato es generador de proyectos bien fundamentados  y susceptibles de desarrollarse, mientras no se encuentren en el camino con  políticos cabeza dura y sin sentido común, el menos común de los sentidos.