El respeto a las leyes, la mejor defensa de los derechos humanos

Debemos de redoblar nuestros esfuerzos para enseñarles a nuestras niñas y niños el pleno respeto a nuestras leyes.

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En el marco de la conmemoración del Día de la Niña y del Niño, el pasado día 30 de abril, mucho se dijo respecto a la situación de la niñez en el mundo entero, ora con festejos, ora, con lamentaciones por la deplorable situación mundial, ora con promesas de mejoría para las y los pequeños…

Acaso el mejor de los presentes que les podamos dar a las y los futuros ciudadanos del país es enseñarles la observancia, el respeto por nuestras leyes que forman la sólida base en la que se sustenta el Estado de Derecho que hoy por hoy es el alma de esta gran nación mexicana.

Sociedad y autoridades debemos de redoblar nuestros esfuerzos para enseñarles a nuestras niñas y niños el pleno respeto a nuestras leyes y que ningún ciudadano, persona o grupo puede hacerse justicia por mano propia.

Ese principio quedó muy claro en el XXXVIII Congreso Nacional Ordinario de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos celebrado en nuestro Estado el pasado 23 de abril, cuando los 32 ombudsman de México externaron un rotundo rechazo a la operación de grupos de autodefensa que han aparecido en diversas parte del país, ya que constituyen una forma de violencia producto de la impunidad y falta de seguridad.

Los trabajos de este Congreso que se desarrolló en un ambiente de cordialidad, concluyeron con la Declaratoria Mérida en la que se indica que los organismos públicos de Derechos Humanos pueden desempeñar un papel muy importante como garantes de la paz y el desarrollo. Asimismo se consideró que no hay justificación para que los niveles de gobierno incumplan con su función de proporcionar seguridad pública a la sociedad, dando como resultado la impunidad en la que viven algunas comunidades y que ha dado como resultado la creación de grupos de autodefensa y policías comunitarias.

Cito una parte de la Declaratoria Mérida: “Rechazamos rotundamente cualquier delegación por parte de las autoridades estatales, en la que implique que los ciudadanos deban asumir la disposición de la Constitución, la cual corresponde a éstas y reiteramos que el Estado debe tomar acciones para recuperar la seguridad en las comunidades donde se presentan los grupos de autodefensa y policías comunitarias, debido a que los ciudadanos por desesperación asumen la función de garantizar el derecho a la seguridad pública, obligación que por disposición constitucional, corresponde a las instituciones del Estado”.

“Con ello consideramos que el sistema de justicia penal acusatorio debe tomar mayor fuerza, basándose en el predominio de los derechos constitucionales de víctimas y acusados, creando diversas figuras y mecanismos procesales que lo hagan más equitativo, con lo cual se apega a los diversos tratados internacionales sobre Derechos Humanos que el Estado mexicano ha ratificado, finalmente, exhortamos a los servidores públicos a desempeñar sus cargos con la debida diligencia y con ello salvaguardar la justicia”.

Un Estado justo, es lo que hombres y mujeres tratamos de edificar, para toda nuestra sociedad, enseñando con el ejemplo a las niñas y los niños que serán quienes conducirán los destinos del país en un futuro no muy lejano.

Esperemos que el esfuerzo que hoy hacen sociedad y autoridades fructifiquen en la observancia de los valores que deben de nutrirnos como entes de bien y acaso, pronto muy pronto, podremos entonces sí celebrar, que no conmemorar, no sólo cada 30 de abril el Día de la Niña y del Niño, porque todos y cada uno de los días serían de felicidad, con la seguridad pública garantizada por el Estado, a la par que con mejores oportunidades de progreso y bienestar.

¿No lo cree así?

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