El termómetro

Los grupos de panistas yucatecos mostraron sus diferentes clases de liderazgo.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En los últimos días el PAN vive una confusión tremenda, su Asamblea Nacional Extraordinaria marcó la pauta y ahora los dirigentes van a ser electos por la militancia. El presidente nacional, Gustavo Madero, no daba crédito a lo que sucedía; la secretaria general, Cecilia Romero, reaccionaba con insultos y manotazos. El Yunque se desesperó y los militantes de a pie ganaron la batalla.

Madero revienta la asamblea porque ese día perdieron el poder las dirigencias y ahora ya no tendrán al grupo de los notables consejeros para que los elija. Se vivieron momentos de angustia para la burocracia partidista. Hubo reunión de emergencia en la que Madero le echaba la culpa a la gente del ex presidente Felipe Calderón. Los felipistas estaban asombrados de que un solo hombre, el senador Javier Corral, moviera a la militancia de base, la de los comités.

Los  grupos de panistas yucatecos mostraron sus diferentes clases de liderazgo:  los “de peso nacional”, como la diputada federal Beatriz Zavala y la senadora Rosa Adriana Díaz; los que ganan elecciones interna y externamente, a quienes se les vio contentos y jubilosos, como Joaquín Díaz Mena, Rodolfo González, Sofía Castro  Romero, Pedro Cohuó, Renán Barrera, Judith Malta, Felipe Duarte, Víctor Hugo Lozano y Raúl Paz, y los de la burocracia albiazul, como Hugo Sánchez Camargo, Yury Valladares, Julio Sauma, Asís Cano y Martín Uicab, quienes no ocultaban su desesperación, ya que se les va el control del PAN y el agandalle de las posiciones plurinominales.

Increíble: el líder de los panistas meridanos, Gerardo Bolio de Ocampo, envió días antes una carta de desistimiento para no llevar a los panistas a su asamblea; les estaba cobrando a los militantes cinco mil pesos a cada uno, lo que motivó que el ex líder Rodolfo González sacara un camión en donde cobró a mil pesos; incluso fue con él la diputada Judith Malta, quien no olvida sus orígenes. Al comité de Bolio de Ocampo le asignaron dos millones de pesos para trabajar con la militancia y su primer acuerdo fue elevarse el sueldo a más de treinta mil pesos mensuales.

No quiso o no pudo  hacer Gerardo Bolio su asamblea en Mérida, pues teme que lo chiflen, ya que está operando con gente que trabajó para el PRI, como Marilú Goné Casarín y Daniel Salamanca, a quienes premiaron dándoles trabajo en Desarrollo Social del Ayuntamiento.

Sobre el caso Tinum, a nombre del gobernador la senadora del PRI Angélica Araujo Lara dialogó con su colega Rosa Adriana y logró que ésta no subiera el problema a tribuna, la ex alcaldesa ofreció que sacarían a la policía estatal del palacio municipal; en la Cámara de Diputados Mauricio Sahuí ofreció lo mismo a  Sergio Chan. Ninguno cumplió a los panistas. El sábado, antes de la conferencia de prensa de la alcaldesa Natalia Mis Mex, el subsecretario Carlos Sobrino Argáez  le expresó a Hugo Sánchez que sacarían a la policía de la sede de la Comuna, pero tampoco cumplió.

Ahora el PAN yucateco se reagrupa: por un lado, los que quieren ganar elecciones, y, por otro, el grupo que está en la dirigencia partidista. Tinum será el termómetro para el PAN y el PRI.

Lo más leído

skeleton





skeleton