Para el análisis

Los norteamericanos, cuando necesitan pagar deuda pública o privada, emiten billetes y su inflación se tranquiliza.

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Ayer nos reunimos varios amigos a desayunar, los convocados fuimos seis, pero acabamos en la mesa 11, ya que luego se agregaron cinco. Los temas de conversación  muy variados: políticos,  familiares.

Convergieron personas de todas las edades, desde su servidor que en breve cumplirá 73 años hasta un joven comunicador de apenas 30 años; había dos doctores, un licenciado y dos mujeres.

Me dio gusto compartir una  reunión donde se habló sin medida y sin tiempo de todo, pero me permitió analizar a los diferentes personajes, cada quien hablaba y contaba diferentes temas, vistos desde su óptica y edad, que van muy unidos.

Unos hablaron de sus nietos y de cuántos tienen. Uno de los compañeros médicos tiene la nada despreciable  cantidad de  9 nietos con sólo tres hijos. 

Las mujeres, más cautas e inteligentes, una es casada y la otra vive en una relación sentimental, ambas tienen a dos niños aún pequeños e inteligentes. Ellas no se quejaron de nada y si hablaron de los buenos momentos que han pasado en su vida,  aunque en diferentes líneas, siempre con un mismo fin: ser madres y futuras abuelas. Se habló en varias ocasiones de los valores morales y la necesidad de ser más participativos en la administración del hogar.

Sólo uno habló de la presencia de Dios y pidió que rezáramos por nuestros amigos y compañeros que están enfermos o que ya se murieron. El último tema que se tocó fue el político, las mujeres no opinaron sólo se dedicaron a escuchar; se habló de la Casa Blanca, la verdadera, donde habita el presidente Obama y del 5% del crecimiento trimestral de la economía de Estados Unidos, que, por cierto, le pega con ganas a todas las economías del mundo, desde la china hasta la de América entera. 

Por cierto, los norteamericanos, cuando necesitan pagar deuda  pública o privada, emiten billetes y su inflación se tranquiliza, cosa que no sucede con otras economías  del mundo. 

Nos dimos un abrazo y nos deseamos lo mejor para estas fiestas navideñas y así nos despedimos. Un día diferente y muy emotivo. Todos emitían pensamientos y deseos positivos, ojalá lo pudiéramos hacer siempre, nuestras vidas serían distintas. 

En lo personal, amigo lector, reciba un saludo muy sincero de su servidor y que las fiestas  navideñas y el próximo año nos permitan seguir viviendo en armonía y paz. Feliz Navidad y próspero 2015 .

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