Con la Nueva Ley de Migración en México, cientos de extranjeros que residen en el estado, viven en el limbo del estatus migratorio, con temor e impotencia porque sus trámites no avanzan y el Instituto Nacional de Migración delegación Yucatán sigue sin titular; hecho que entorpece los procesos, provocando que ir a la dependencia sea un calvario.

Platicando con algunos de los afectados que pasan varias horas formados en la fila de atención, me encontré con historias en todos los tonos, según el caso.

Los más enojados son aquellos que tienen más de tres meses sin respuesta, le siguen los que ya se les terminó el tiempo de sus formas migratorias y según la nueva ley están en calidad de ilegales; aquellos que necesitan salir de su país porque tienen viajes pagados y programados; los que tienen miedo de perder sus vehículos; la lista es numerosa y las soluciones nulas.

Esta situación tiene en vilo a la comunidad extranjera, es una paradoja, porque por un lado se les invita a vivir, a invertir, cuando el pleno de la Cámara de Diputados aprobó la reforma que permitirá a extranjeros comprar inmuebles en playas y litorales mexicanos, y por otro lado no hay voluntad política para que avancen los procesos de regularización, a pesar de que el reglamento se expidió en noviembre del 2012.