Así como en boca cerrada no entran moscas, tampoco en empresa cerrada entran clientes. Y cuando digo cerrada, no me refiero a las puertas del negocio, me refiero a esos espacios que hay que abrir en nuestro cerebro y nuestra mente para permitir la entrada de nuevas ideas, cambios y demás sucesos en nuestro entorno económico, político y social, para poder desarrollarnos mejor y crecer con nuestra empresa.  

La evolución es parte de nuestras vidas, por lo que nuestra marca no se queda atrás. Los cambios pueden darse en la estructura de nuestra empresa, en el producto o servicio, en el mercado, en nuestra imagen, pero al final lo único que se busca es mejorar para poder ofrecer a nuestros clientes una mejor propuesta de nosotros mismos. 

Por lo anterior mencionado me permito darte 5 puntos a realizar para ayudar a que te convenzas de hacer los cambios que necesitas:

1.- Enlista.- Los pros y los contras de todos y cada uno de los cambios que consideres necesita tu empresa o producto. No omitas ni el más mínimo detalle por muy insignificante que parezca. Recuerda que menos es más. 

2.- Consulta.- Una vez con la lista, acude a tu equipo de trabajo para realizar lluvia de ideas y  conocer su perspectiva y forma de pensar con respecto al proyecto. Los ojos externos ven cosas que los tuyos pasan por alto. 

3.- Costea.- Lleva un registro de los costos que ocasionarán los cambios para que puedas presupuestarlos y saber de dónde te vas a financiar. Todo cambio requiere inversión y decisión, por lo que ponerle número te ayuda a clarificar el destino del dinero.

4.- Decídete.- Después de todo lo hecho hasta ahora, sólo te queda decidirte a realizar lo planeado. Los análisis que hiciste con anterioridad te clarifican el panorama y te ayudan a tomar decisiones firmes de las cuales estarás satisfecho y orgulloso.

5.- Comunica.- De nada sirven los cambios si no son comunicados tanto a tu personal como a tus clientes y tu mercado en general. Muestra orgulloso lo que tu empresa ha logrado para proporcionar un mejor servicio o producto.

La evolución en las empresas ya no es una opción, es una obligación, sobre todo si quieres sobrevivir en tiempos de competencia. No te bloquees o desanimes, porque en empresa cerrada… no entran clientes.