En riesgo la salud pública
Las condiciones insalubres son el marco para la matanza en los dos rastros de la capital de Quintana Roo...
Las condiciones insalubres son el marco para la matanza en los dos rastros de la capital de Quintana Roo.
Cerdo sobre cerdo, res sobre res; revueltos con vísceras, pelos, lodo, agua estancada, cuchillos y garrotes; así se sacrifica a los animales en el matadero municipal, bajo la tutela del autoridades complacientes y corruptas, cuyas canales se consumen en Chetumal.
Donde se sacrifican únicamente cerdos, desde la entrada se percibe el olor nauseabundo de los animales que esperan horas sin refrigeración, antes de ser comercializados.
Sin embargo, no faltan pretextos para “justificar” la anti higiene. “Así son los puercos: bien marranos, aunque les limpiemos y lavemos con agua y fab, se ensucian rápido”, comentan empleados.
En resumidas cuentas las condiciones de la matanza son totalmente insalubres para la ciudadanía. Los empleados trabajan, sin herramientas ni equipo, donde cada matancero lleva sus utensilios de sacrificio, mientras la promesa del alcalde Carlos Mario Villanueva Tenorio, de remodelarlo quedó en el olvido.
A pesar de que desde junio del año pasado el presidente municipal CMVT, anunció la remodelación del rastro, debido a las quejas de los vecinos, hasta el momento todo sigue igual y nada se ha movido.
Las personas que laboran en el rastro no cuentan con equipo adecuado, no tienen uniformes, ni tapabocas, ni herramientas adecuadas para evitar el sufrimiento de los animales que sacrifican.
Los animales son sacrificados como llegan y totalmente vivos los abren en canal o los matan de un pinchazo en la cabeza. Los animales son abiertos en canal el pleno suelo y los cueros, vísceras y carne son depositados ahí mismo o en mesas de metal totalmente insalubres. No poseen recipientes para la recolección de excremento y todo el desecho lo depositan bolsas y lo van a tirar al basurero municipal.
La carne es insalubre, tomando en cuenta que no se hacen los exámenes correspondientes antes, ni pos-mortem para conocer el estado de salud de los animales sacrificados. El 48 por ciento de la carne que comemos en México viene mayormente de los rastros municipales y eso tiene a mucha gente en peligro de riesgos sanitarios, tanto microbiológicos como químicos
A la situación de descuido en la que se encuentra el rastro, en donde se sacrifican diariamente 50 cerdos sin apego a las medidas sanitarias vigentes en Quintana Roo, exponiendo la salud de miles de chetumaleños, se suma la apatía de sus funcionarios.
Insalubre Rastro chetumaleño
El rastro de Chetumal administrado por personal del ayuntamiento de Othón P Blanco, violenta normas sanitarias.
Cumpliendo apenas con el 45% de los requerimientos mínimos sanitarios para garantizar salud a la ciudadanía, el rastro localizado en la carretera Chetumal-Escárcega(km. 3.2) es un edificio sucio, maloliente, y viejo.
A decir de la autoridades sanitarias, el principal problema que presenta el rastro es su infraestructura, que resulta obsoleta, pues el inmueble tiene 35 años de construido sin recibir mantenimiento adecuado.
A las autoridades municipales, tal pareciera no importarles el decreto publicado por la Presidencia de la República, en donde los rastros municipales deben ajustarse para cumplir con las normas al estilo de los Tipo Inspección Federal (TIF). En cambio ofertan un matadero de cerdos que opera en condiciones atroces e insalubres.
La situación es en verdad deplorable y vaya que amerita la intervención de nuestras autoridades, ya que está en riesgo la salud de miles de familias que deben recibir un producto seguro, sin males o riesgos sanitarios.
Ahí está el problema, y corresponde a las autoridades responder a los consumidores, aunque es probable que hagan caso omiso de esta información que ya tienen precisamente en sus manos. Cuestión de tiempo y buena voluntad.