El secretario Enrique de la Madrid consideró ayer en el “Cancún Travel Mart” que en la variedad de opiniones y visiones en torno al turismo había una fuente de riqueza. “Incluso, en lo único que podemos estar de acuerdo, es que estamos en desacuerdo”, dijo en un juego de palabras con el cual pretendió representar la abundancia de la diversidad, pero, sobre todo, la importancia de los acuerdos.

El secretario federal de Turismo hablaba ante autoridades de los otros dos niveles, empresarios, touroperadores y publirrelacionistas no sólo de México, dada la proyección internacional del encuentro, uno de los tres más relevantes de la industria nacional, según ponderó él mismo, por lo que sus palabras calan profundo. 

Ponerse de acuerdo”, fue la frase que retumbó ayer en no pocas mentes locales, las mismas que planean y ejecutan en este ramo productivo, el más exitoso de Quintana Roo. Porque si algo no han hecho últimamente, es lograr consensos; más en aquellos temas que generan diferencias, inclusive polémica, pero ineludibles para conseguir otros tantos logros más allá de la ocupación y la derrama.

Podrán preferir no ventilarlos ante foráneos, o culpar a los actores del pasado, a crisis y contingencias; no obstante, las decisiones de la rutina y del futuro mediato no competen solamente a los políticos, que aun cuando sean especialistas en la materia, están limitados ya sea por los protocolos, la ley o el tiempo. 

La imagen, la ruta y el progreso la determinan los que viven del turismo. Prueba tangible de estos desacuerdos la han reconocido ahora, al advertir, por ejemplo, que casi la mitad de los hoteles de Cancún y Riviera Maya intentó boicotear esta 29 edición al negociar por fuera, para no cubrir el costo del stand de exhibición. 

Pero son múltiples los asuntos espinosos: desde los salarios de los miles de empleados del sector, hasta la reestructura de la OVC y la revisión de los fideicomisos, pasando por la entrada o no de Uber, el mejoramiento del transporte en general, más accesos públicos a playas, la clasificación hotelera o el fortalecimiento real de la proveeduría regional. Sin embargo, optan por esquivarlos, postergando así necesidades y anhelos.

Uno de los más candentes, convertido en “secreto a voces”, es el destino del pago de impuestos: muchos no se quedan aquí, pues terminan en paraísos fiscales. No son pocos los directivos de touroperadoras que desconocen dónde acaban tantas ganancias.

Estas reuniones (intensamente mediáticas por lo demás) son oportunidades inmejorables para que decidan con reglas claras, incluyendo a otros grupos vinculados al rubro y analizando a fondo las vetas que provocan discrepancias. En el inicio de un nuevo ciclo político administrativo, es coyuntura ideal.

Desorbitado 

Desmienten rumores familiares y abogados de Héctor Casique, el ex policía de Cancún acusado, juzgado, liberado y vuelto a detener en 2013 por un crimen que, asegura, no cometió. Su caso ganó notoriedad porque habría sido torturado por agentes de la entonces Procuraduría para culparse de un multihomicidio.

Ayer, la mamá, la hermana y la abogada desconocieron a Raúl Fernández y Leonardo Kumul como actores del juicio. Ya están desacreditados. Es importante, porque ello aclara los intereses y las aspiraciones del par, que sigue acusando sin sustento a servidores públicos.

“Quieren colgarse del caso (aunque) jamás vieron nada (del expediente). Se quieren colgar del dolor y el esfuerzo de @YaskadeF (Yaskade Fernández, mamá del expolicía)”, tuiteó la jurista Ana Cortés desde su cuenta: @AnaCortes_91. 

En una historia tan delicada, sujeta con alfileres, las precisiones en 90 caracteres dan oxígeno a más de uno.