'Entender, aceptar y amar'

Un dolor de espalda, puede ser una carga emocional la cual ya no la soportamos y nos está aplastando.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El tripié de nuestra felicidad es: “Entender, aceptar y amar”. Para entender, tenemos que comprender, tal vez eso parece fácil, pero se complica cuando nos cegamos por la soberbia y la falta de perdón. Para aceptar, tenemos que cambiar nuestras actitudes y perspectivas, y nuestra mentalidad en ciertos conceptos. Y parecerá que la más fácil es amar, pero para amar hay que entender, aceptar y perdonar al ser amado.

Cuando recibimos de los demás la fuerza para entendernos, aceptarnos y amarnos a nosotros mismos, los problemas sintomáticos (sean cuales fueren), desaparecen maravillosamente.

El psicólogo Carl Rogers ofreció unos consejos con ideas revolucionarias. Afirmaba que todos tenemos el mismo problema, pero con diferentes síntomas. Y sean cuales fueren los síntomas, el problema era siempre el mismo....¡la mente!.

Según Rogers: no nos entendemos, ni nos aceptamos ni nos amamos a nosotros mismos. Este problema puede aflorar de forma violenta con la manifestación de una enfermedad corporal. 

Así, un dolor de espalda, puede ser una carga emocional la cual ya no la soportamos y nos está aplastando. Un dolor de rodilla puede ser que nuestra mente ya está saturauda de problemas y nos obliga a “detenernos” para hacer un alto en la vida. Y un dolor de cabeza puede ser un síntoma psicosomático de un problema sin resolver que hemos pasado al subconsciente.

No nos ofrecemos a nosotros mismos comprensión, aceptación y amor. Por lo cual el psicólogo Roger sugiere en lugar de enfocar los síntomas, aceptemos sencillamente a las personas tal como son. Lo que tengo que hacer es repetir en forma incesante con mi mente: “Te acepto, te comprendo, me intereso en ti”. 

Si podemos comunicarnos y aplicarlo entre unos a otros, todos creceremos individualmente en la comprensión personal y en la aceptación.

No solemos tomarnos un tiempo en nuestras ajetreadas vidas para pensar en todas las cosas bellas que tenemos y agradecer por ellas. Si realmente meditáramos en todas esas cosas, advertiríamos lo afortunados que somos en realidad.

Una terapia rápida y sencilla que podemos poner en práctica es la siguiente: “Me siento muy agradecido por el amor de mi pareja, que es pleno y se basa en la honestidad, la igualdad, la inteligencia y el romanticismo”. “Me siento muy agradecido por el amor de mis hijos, que es total y se basa en la enseñanza, en la ternura, en la sensibilidad, el cuidado y en los abrazos”. 

“Me siento muy agradecido por ser capaz de amar, y porque ese amor vuelve a mí”. “Me siento muy agradecido por estar sano, y porque las personas que amo están sanas”.

Al entender, aceptar y amar, podremos realmente ser felices. Si somos capaces de concretar un par de sueños a lo largo de nuestra vida, y si convertimos en costumbre el intento de alcanzar el arco iris, y de llenar nuestra vida con los colores de días extraordinarios.

Dr. Roberto Díaz y Díaz.

Lo más leído

skeleton





skeleton