La obra lleva por título Viento, galope de agua. Entre palabras: Elena Poniatowska.

En la contraportada del libro, se nos dice que Sara Poot Herrera es especialista en literatura novohispana y en literatura mexicana contemporánea; en la contraportada, también se nos cuenta que Elena Poniatowska nace en el año de 1942, en Europa, desde donde llega a América. Y la suma de esas circunstancias hace girar ante mí las fechas, 1492, 1942, Europa, América, galeones cruzando el océano, literatura novohispana, literatura mexicana contemporánea, una mujer que navega, a galope de agua, y que el viento posa entre palabras.

Y es entre las líneas de Sara sobre Elena que se nos revela una de las razones de la escritura que teje a ambas mujeres (sin quizá ellas saberlo), la celebración de un doble aniversario, los sesenta años de una obra literaria, de un personaje de ficción, Lilus Kikus (1954-2014), primera creación artística de Elena.

Elena -nos cuenta Sara- calla, observa, escucha, espera, lee, para luego escribir, para reconstruir identidades, para desentrañar las metáforas de la lengua, para conjurar la magia que -como descubrimos leyendo-, al bosquejar personajes, se meten entre las páginas, para salir convertidos en libros.

Y al pensar en esta magia literaria, muy particularmente de la literatura infantil, vienen a mi mente Ana María Matute y Elena Fortún.

Al comparar la hibridez genérica de la obra literaria de Elena, Sara piensa en Rosa Montero, yo asiento con la cabeza, y traigo también la imagen de Carmen Martín Gaite.

Entre las letras de Sara, leemos las letras de Elena, entre mis letras, tú también  lees.