Entre quejas y lamentos

En Yucatán el principal partido opositor concede algo de confianza y luego recriminano todo; el que está en el gobierno, sin inmutarse.

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A menos de un año de la nueva administración, la vida política de Yucatán mantiene el mismo panorama que en otras: el principal partido opositor concediendo algo de confianza y luego recriminando todo; el que está en el gobierno, sin inmutarse.

Así están, el PAN pidiendo transparencia al gobierno, con una denuncia por incumplir los acuerdos de ahorros y transparencia en el manejo de los recursos; indignados porque los diputados locales aprobaron el presupuesto de este año y creyeron sus políticas de dar información. Pero validando que Joaquín Díaz Mena, luego de haber concluido como delegado de la OSFAE (SEP), hoy tenga una plaza y sea comisionado en la DGTI.

El PRI mientras tanto esperando y respondiendo, concentrado en el proceso interno para renovar el Comité Municipal de Mérida, para el cual se perfila sin problema Jorge Sobrino Argaez, diputado local.

El PVEM, que me parece acaba de hacer la peor de las adquisiciones en los últimos años, le otorga la presidencia municipal de Mérida a Orlando Pérez Moguel, al que los panistas consideran que está más devaluado que su apodo de “centavito”, pero bueno considerando que el líder actual del Verde no ha hecho ningún posicionamiento político significativo sólo adherencias porque está conociendo el terreno, tal vez se creyó el cuento de la fuerza política del ex panista.

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