Igualdad de género es dar las mismas condiciones, trato y oportunidades a mujeres y hombres. Así de sencillo. Y nadie puede negar  los cambios significativos que se han dado en los últimos años para brindar este derecho a la mujer.

El avance en la equidad ha significado romper con arraigados obstáculos como la discriminación por el simple hecho de ser mujer, limitar sus opciones laborales al encontrarse en estado de gravidez, o el hostigamiento sexual. Este cambio beneficia a México, puesto que se contribuye a la formación de ciudadanos libres de prejuicios y agentes de cambio socio-cultural.

Esa evolución se percibe principalmente en el ámbito civil, y también en las fuerzas armadas, donde la Marina y el Ejército han impulsado la participación y desarrollo de la mujer, que actualmente incursiona en espacios que tradicionalmente eran asignados al personal militar masculino.

Las fuerzas armadas mexicanas han asumido como compromisos para fomentar la equidad de género: suprimir o contrarrestar los roles tradicionales en actividades femeninas y masculinas, así como alentar la participación de mujeres en su desarrollo profesional en las que no habían tenido tanta representatividad.

Actualmente, en las escuelas militares y navales se forman nuevas generaciones de oficiales de mando integradas también por mujeres. Así, hoy vemos mujeres paracaidistas, pilotos aviadores, ingenieras y, en algunos años, las veremos al mando de compañias y batallones, subir al puente de mando de los buques de guerra, lo mismo que en las unidades aeronavales. 

Con este objetivo, las leyes orgánicas de la Sedena y Semar han sido reformadas para abrirles escalafón y permitir que las mujeres puedan ascender a generales y almirantes. Cuando eso ocurra, esas nuevas generaciones estarán en el círculo rojo del mando, con otra mentalidad y nuevos retos que sabrán sortear como salvaguardas de la nación. Lo hemos dicho, su capacidad está fuera de duda. 

Como dice la Cartilla de Equidad de Género de la Sedena: “Todos los hombres y las mujeres debemos tener los mismos derechos y oportunidades; un ser inferior es aquel que se cree superior”.