Es nuestro futuro, ¿está claro?

El desarrollo sostenible no es una condición estática, es un proceso de cambio continuo y permanente.

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Siguiendo con el contenido de Nuestro Futuro Común, documento al cual nos referimos la semana pasada, en su parte inicial incluye un pronunciamiento que debería estar en la agenda de todos quienes habitamos este planeta: 

“Durante el transcurso de este siglo (el siglo XX) ha sufrido un cambio profundo la relación entre la humanidad y nuestro planeta. Cuando comenzó el siglo, ni los seres humanos ni la tecnología tenían el poder de alterar radicalmente los sistemas del planeta. Casi al final del siglo, no sólo el aumento de los seres humanos y sus actividades tienen este poder, sino que están ocurriendo cambios importantes, no intencionales, en la atmósfera, los suelos, las aguas, entre los animales y las plantas, y en las relaciones que existen entre éstos. La velocidad con que se está dando el cambio ha sobrepasado la habilidad de las diferentes disciplinas científicas y nuestra misma capacidad de evaluar y aconsejar. Se frustran los intentos de las instituciones económicas y políticas, las cuales se desarrollan en un mundo diferente y más fragmentado para adaptarse y cooperar. Esto preocupa a muchas personas que están buscando formas de colocar estos temas en las agendas políticas. Pero para que las futuras generaciones puedan tener opciones, la generación actual debe comenzar a actuar ahora, todos juntos, tanto nacional como internacionalmente”·.

El desarrollo sostenible no es una condición estática, es un proceso de cambio continuo y permanente, en el que la explotación de los recursos, la dirección de las inversiones, la orientación del desarrollo tecnológico, la educación y los cambios institucionales deben estar en armonía.

Por su complejidad, requiere de acciones en todos los niveles, en todos los países, enmarcadas en una agenda global, la cual aparece en junio de 1992, cuando la Organización de las Naciones Unidas  convoca a la Cumbre de la Tierra, que sirvió para todos tomar conciencia de la planetarización de los problemas más graves del ambiente, como el efecto invernadero, el deterioro de la capa de ozono y las graves alteraciones del clima, problemas que no tienen fronteras y que requieren soluciones a nivel mundial; es necesario actuar todos, en todas partes, a todos los niveles. 

¿Está claro?

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