Es tiempo de crecer

Internet avanza cada día. Lo veamos o no, la tecnología que sustenta la red de redes...

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Internet avanza cada día. Lo veamos o no, la tecnología que sustenta la red de redes y sus accesos, se moderniza, crece y sin más, un día nos sorprenderá con algo, a lo que todos nos adaptaremos, queramos o no. 

Las redes sociales no crecen tanto como quisiéramos. La razón es sencilla y es la misma sobre la que descansa su éxito: nosotros mismos. A diferencia del mundo real, el digital vive una mentira sobre la realidad, se dice a sí mismo “actualizado”, y de la nada, un día descubre que por la puerta de atrás le robaron, y sólo se da cuenta cuando la misma red social, le cuenta de su ultraje. 

¿De qué sirve el activismo en línea en Cancún? Los movimientos que “cimbran las redes” poco o nada tienen de reales y honestos productos de la web. En Twitter, Facebook, YouTube, sólo se reacciona ante el desastre, no se prevén las consecuencias de lo que ocurre en las narices de los usuarios, y cuando la realidad da el portazo en la cara, ya es muy tarde para conseguir un cambio verdadero. 

El reto en 2016, de cara no sólo a las elecciones, sino a la utilidad misma de las redes sociales, es que nosotros, los usuarios, aprendamos a leer entre líneas, a reconocer cuando algo se está gestando a favor o en contra de nuestros intereses y principios. Así, tendremos no solo el conocimiento de las causas, sino las armas para defendernos de las injusticias –reales o inventadas-, y no ser únicamente la carne de cañón de grupos estériles, o en el peor de los casos, los extras de una comparsa en el carnaval de intereses en que se ha transformado el desarrollo de Cancún. 

De poco o nada sirve manifestarse cuando los hechos están consumados, legalizados o arreglados, en la luz o la oscuridad; el escenario es lo de menos, pues mientras ocurrían, las redes desoyeron las llamadas de alertar, desdeñaron a quienes advertían la transformación cuando está podía, sino detenerse, evidenciarse para beneficio de la sociedad. Saber cuándo es el momento para combatir, cuestionar o reconocer cuándo la estrategia no funciona, no habla de cobardía, sino de inteligencia social. 

¿Dónde queda la conocida capacidad de las redes sociales para estar al día, ser actual y copartícipe del cambio? En nosotros y nadie más. Por poner un ejemplo, están los incontables mensajes de “apoyo a Über”, las peticiones en Change.org, e incluso, los “valientes” timoratos que afirman tener “vehículos para hacer que Über llegue a Quintana Roo. Desde el año pasado esa plataforma de transporte particular es inoperable en el estado, por ley. Punto. Indiferente de si nos agrade o no esa oferta de taxis, ¿dónde estaban los que hoy se manifiestan inconformes cuando esto se fraguó tal medida? Perdidos en los chismes y chistes que pululan en el mundo digital. 

Es tiempo de crecer. Es momento de que los ciudadanos aprendamos a luchar nuestras batallas, no para ganar siempre, sino para aprender de cada encuentro y saber cuándo, cómo y dónde actuar, para evitar lo que consideremos injusticia. Afirman que un parque era hermoso, y haber actuado con indiferencia ante cuando existía, habla muy mal de nuestro supuesto activismo. Recordemos que al Ombligo Verde lo salvó la comunidad, pero no la de internet, sino la “de a deveras”. 

¿Podemos imaginar lo que aquellos héroes urbanos hubiesen logrado si las redes sociales hubiesen tenido el poder que hoy ostentan? La web está ahí, sólo tenemos que saber cómo usarlas. 

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