Escasos recursos

Los servidores públicos y políticos utilizan erróneamente ese par de palabras para señalar a quienes la padecen.

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El diccionario de la Real Academia Española define la palabra “escaso” como algo que es “poco, corto, limitado, falto, no cabal ni entero”. Y a la palabra “recurso” le asigna, entre otros, el significado de “Conjunto de elementos disponibles para resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa” o también “medio de cualquier clase que, en caso de necesidad, sirve para conseguir lo que se pretende”.

Pocas cosas me disgustan y, entre ellas, pocas me causan un disgusto más grande que la famosa etiqueta de los “escasos recursos”, usada ampliamente en nuestro país para denominar a la gente que vive catalogada dentro de algún grado de pobreza.

México padece una lacerante enfermedad, la pobreza, que, siendo tan grande y confusa, ya no nos permite distinguir si en realidad es origen o es consecuencia de las profundas heridas de una sociedad que ya no acierta a evitar ahogarse entre la indiferencia, la desconfianza y la corrupción. Y en este entorno, es fácil adoptar el término “escasos recursos” para incorporarlo a los discursos sin sustancia que todos los días nos regalan los servidores públicos y políticos, cuya principal tarea debiera ser erradicar la pobreza, y utilizan erróneamente ese par de palabras para señalar a quienes la padecen. 

Y algunas veces se asumen a sí mismos como si fueran los responsables de una gran organización altruista para otorgar paliativos, satisfactores efímeros que si acaso alivian unos minutos u horas las graves consecuencias de este problema, y que en el fondo no hacen otra cosa que profundizarlo.

He tenido la suerte de toparme con numerosos y muy diversos ejemplos, con los que puedo comprobar que la inmensa mayoría de los mexicanos somos personas de “abundantes recursos”, aunque más de la mitad de la población de nuestro país sufre por la carencia o escasez de uno de los muchos recursos de los que podríamos y deberíamos disponer para salir adelante, que es el dinero o capital. 

Los mexicanos poseemos inteligencia, dedicación, empeño, solidaridad, fortaleza física y espiritual, y muchos otros recursos que poniéndolos a funcionar adecuadamente, con orden, disciplina, enfocados en un objetivo claro de largo plazo, seguramente nos darán resultados positivos.

Uno de esos ejemplos es una agrupación llamada “Impulso Universitario, AC”, en donde un grupo de personas que tienen muy claro esto se dedica a buscar, seleccionar y elegir a otros seres humanos de abundantes recursos, pero a los cuales les falta principalmente uno, el recurso llamado dinero, para otorgarles un soporte subsidiario que les permita desarrollar al máximo esos incontables y numerosos recursos que ya poseen. Los frutos de esta labor ya están causando un impacto positivo y valioso en nuestra sociedad.

Sin importar dónde te encuentras, o a qué te dedicas, mediante tu ejercicio profesional y tu labor personal es posible contribuir a darle una dirección y dimensión más humana a tus semejantes, e impactar tanto en tu sociedad como en el medio ambiente en sentido positivo. ¿Lo hacemos?

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