Esos negros agujeros

Hoy Hawking vuelve a ser noticia, pues el 22 de enero hizo público un artículo científico donde afirma que “no existen los hoyos negros”. O más bien, que existen pero no son de ese color.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Los hoyos negros están entre los objetos más fascinantes del universo. La idea de que una estrella suficientemente grande, cuando se le agota el combustible, pueda sufrir un proceso de contracción debido a su propia gravedad y comprimirse hasta alcanzar tal densidad que nada puede escapar de su campo gravitacional -ni siquiera la luz; de ahí que sean “negros”- es todo un reto para la imaginación.

El concepto original de los agujeros negros incluye el llamado “horizonte de eventos”: la distancia mínima a la que algo puede acercarse a él sin ser engullido. Si se rebasa, es inevitable sucumbir a su atracción gravitacional.
Pero en 1974 Hawking postuló que podían emitir radiación debido a un efecto cuántico: la aparición de “pares virtuales” de partículas y antipartículas que desaparecen inmediatamente debido a “fluctuaciones del vacío”. En las cercanías del horizonte de eventos de un hoyo negro, ocasionalmente una de las partículas del par puede ser absorbida, y la otra escapar como radiación. Un hoyo negro no sería entonces tan negro.

Hoy Hawking vuelve a ser noticia, pues el 22 de enero hizo público un artículo científico donde afirma que “no existen los hoyos negros”. O más bien, que existen pero no son de ese color.

El autor propone que en realidad no poseen un horizonte de eventos, sino solo un “horizonte aparente” que no destruye toda la información de los objetos que caen en él: solo la desordena y la vuelve caótica. La información, en la hipótesis de Hawking, puede efectivamente emerger de un hoyo negro en forma de radiación.
Hay que decir que la propuesta de Hawking no ha sido publicada aún en una revista científica arbitrada, lo que significa que no ha pasado por el estricto proceso de evaluación por colegas que garantiza su estatus como “ciencia legítima”.

La subió a un popular archivo digital en el que otros físicos pueden discutirla informalmente. Habrá que ver si sobrevive las críticas y llega a ser tomada en serio para modificar el concepto actual que tenemos de estos extraños y asombrosos objetos cósmicos.

A sus 72 años y a pesar de sus severas limitaciones físicas, Hawking sigue siendo capaz de revolucionar la cosmología. Y los hoyos negros siguen dándonos sorpresas.

Lo más leído

skeleton





skeleton