Espectacular en tiempos de guerra

Estaciones como NatGeo y Discovery Channel están compitiendo exactamente como quisiéramos que compitieran Televisa y Azteca: calidad contra calidad, emoción contra emoción.

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Sí, yo sé que es muy bonito especular sobre el refrito de Bodas de odio, Corazón en condominio, La academia kids y sobre todas esas cosas tan raras que se van a hacer próximamente en la televisión abierta nacional.

Pero más allá de los refritos, de los reality shows y de los escándalos hoy están pasando cosas increíbles en la industria de la televisión de paga y no detenernos en eso sería una verdadera injusticia.

Y cuando hablo de cosas increíbles no solo hablo de series y de espectáculos especiales para los niños ahora que están de vacaciones, hablo de lo que está sucediendo en los canales inteligentes.

Estaciones como NatGeo y Discovery Channel están compitiendo exactamente como quisiéramos que compitieran Televisa y Azteca: calidad contra calidad, emoción contra emoción.

A su lado, cualquier esfuerzo de nuestros queridísimos medios públicos como Once Tv México y Conaculta Canal 22 da pena y no es una cuestión de presupuestos, es una cuestión de lenguajes, de capacidad de respuesta, de querer comerse al mundo.

Comencemos por NatGeo. ¿Qué es lo que está pasando ahí? Es mucho más que una avalancha de estrenos, es algo que viene muy de arriba y que le debería servir de ejemplo a estaciones mexicanas como Azteca y Conaculta Canal 22, que está celebrando sus 20 años de vida.

NatGeo está reposicionando su marca, le está recordando a la gente que es el canal de National Geographic, uno de los sellos más valientes, aventureros y con mayor prestigio de todo el mundo.

¿Cómo lo está haciendo? Está aprovechando el 125 aniversario de la marca para decirles a las nuevas generaciones: nosotros inventamos esto y no lo hicimos hace dos o tres décadas, lo hicimos desde hace más de un siglo.

¿Y qué es lo que inventaron? La conquista del conocimiento en todas sus dimensiones.

Pensar en National Geographic es pensar en la belleza de la naturaleza, en la emoción del espacio, en lo sorprendente del pasado. Es un concepto que todos hemos admirado alguna vez en la vida.
Trasladar esto a la televisión, justo ahora que tantas cosas se están moviendo, es una de la ideas más fabulosas que se le pudo haber ocurrido a esos ejecutivos.

El sábado pasado, por ejemplo, estos señores presentaron Todo sobre Tutankamón, un especial de dos horas con lo último de lo último sobre este personaje y sobre todos los misterios que lo rodean.

Dígame, por favor, que usted también lo vio y si no, apúntelo en su agenda y búsquelo en repetición porque es, ya, de lo mejor del año.

Deje usted que nos enteramos de cuestiones asombrosas sobre cómo fue que murió este gobernante, por qué se quemó su momia y por qué nadie saqueó su tumba.
Aquello era tan emocionante como el mejor capítulo de la mejor serie de acción. Todo era ir, venir, crear suspensos, resolverlos, con imágenes, con testimonios, con animaciones.

Si usted quiere aprender a hacer televisión, tiene que ver Todo sobre Tutankamón y seguir todas y cada una de las novedades de NatGeo.

¿Y Discovery Channel? ¿Qué está pasando ahí? Todo. No hay semana en que este importantísimo canal de televisión de paga no nos tenga una sorpresa.

Si no es de ciencia, es de historia; si no es el señor que está cruzando el Cañón del Colorado caminando sobre una cuerda, son los coches del futuro; si no es la mafia, son los dinosaurios.
Ver Discovery Channel y esperar lo mejor, sin importar el día, sin importar la hora, es ya una tradición entre la nueva generación de televidentes de los cables y las antenas directas al hogar.

A mí me encanta porque es como si, en lugar de tener un canal inteligente, tuviéramos muchos al mismo tiempo. La sensación es más o menos la misma que experimentamos cuando entramos a internet:

Sabemos que invariablemente al entrar ahí nos vamos a encontrar con algo que nos guste y, lo mejor, que nos va a hacer crecer como personas y como cazadores de entretenimiento.
¿Cuál es la más reciente novedad de Discovery Channel? El asesinato de Villa, la conspiración, un magnífico documental sobre Pancho Villa.

¿Por qué magnífico si todos los documentales tienden a ser cosas frías, lejanas y aburridas? Precisamente porque éste fue cálido, cercano y entretenidísimo.
Fue una producción hecha en México por la casa de Patricia Arriaga (XY) con grandes invitados especiales y buenas dramatizaciones, pero con algo que me pudo enloquecer: espíritu crítico.

Yo lo veía y lo relacionaba con tantas cosas que han estado pasando en nuestro país, y no daba crédito del resultado. Sensacional.

Por favor, luche por ver las repeticiones de El asesinato de Villa, por ver Discovery Channel y por darle su lugar a la guerra de los canales inteligentes en el contexto del periodismo de espectáculos.

Es más productivo que especular sobre Bodas de odio, Corazón en condominio y La academia kids. ¿O me equivoco?   

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