Esperando la ola buena

En este barco llamado México llevamos dos singladuras con el capitán, sin que llegue la ola buena, más bien, andamos sobre olas encrespadas.

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Actualmente, navegar se hace casi en automático gracias a los avances de la ciencia y la tecnología que han permitido desarrollar sofisticados aparatos y equipos para surcar los mares de manera segura en un navío.

Antes, los primeros marinos se valieron de la naturaleza, la observación de los astros –la estrella Polar sigue siendo un referente– y el mar y sus movimientos: la bajamar y pleamar, y el oleaje. Con ello se dio el paso de la navegación costera a la de altura.

Las olas se han estudiado aparte, pues son procesos muy complejos que sufren grandes transformaciones en su movimiento hacia las costas, y son cíclicas. Por ejemplo, la costa de Baja California Sur registra al día hasta dos pleamares y bajamares, y estando en la playa se debe esperar una ola determinada para meter al mar una embarcación menor. 

Ese movimiento de las olas es comparable a la vida misma, porque hay momentos en que estamos en espera de esa sexta ola… y no llega.

En este barco llamado México llevamos dos singladuras con el capitán, sin que llegue la ola buena, más bien, andamos sobre olas encrespadas, y los viejos “lobos de mar” saben que pilotar un barco en esas condiciones puede ser peligroso, como también que el mal tiempo y el mar embravecido no necesariamente ponen en peligro un navío si cuenta con una buena tripulación y un capitán bien preparado que pueda librar el agitado oleaje.  

Navegar con éxito las olas es el inicio del aprendizaje de la marinería en tiempo difícil, dicen los que han surcado océanos, porque la calma chicha puede cambiar muy rápido y volverse el mar peligroso que puede hacer zozobrar el buque, porque el mar es una sucesión infinita de subidas y bajadas, de ahí que el oleaje y el viento determinen cómo debemos navegar.

En este 2015 no debemos esperar sólo mar en calma, pero sí la ola buena para que nuestro barco inicie la navegación a toda máquina, con un buen timonel que mantenga el rumbo y nos lleve a puerto seguro.

Muchas felicidades en este 2015 y que a todos les llegue la ola buena.

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