Esquinas de Mérida, esquinas de fraile

Se les llama esquina de fraile cuando permiten la construcción de casas orientadas al Norte y al Oriente, lo que da mayor frescura por estar expuestas a los vientos.

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Es muy posible que la antigua costumbre de poner nombre a calles y esquinas de ciudades y poblaciones del país haya sido imitada de la Ciudad de México.

En la ciudad de Mérida esta práctica se inicia en la última mitad del siglo XIX y obedece a intereses de dirigentes y grupos en el poder de la época, aunque se desconocen los argumentos esgrimidos para establecer los más de 750 nombres de las esquinas, actualmente recuperados mediante placas rojiblancas puestas en la parte superior de las paredes de casas o edificios del centro histórico.

Este modelo prevaleció a través del tiempo, a pesar de los cambios de la nomenclatura urbana y fue de uso generalizado por los meridanos. Aunque luego se adoptó una nomenclatura numérica, muchos siguieron identificando las esquinas por sus nombres. Hay nombres referidos a la guerra: La guerrera, Los dos soldados, El cañón; nombres marinos: La mar, El faro, El malecón; de la flora y fauna: La guayita, El cedro, El iguano, El zorro; incluso nombres que designan las mejores aspiraciones humanas: La democracia, La buena fe, La honradez. 

Del total de nombres de las esquinas, sólo 25 son de origen maya y, en general atañen a nombres de las plantas de la región:

El choch [chóoch] sapotácea y su fruto; El pich [piich], guanacaste orejón; El dzalbay [ts’albay] piñuela; El chucum [chukum] planta leguminosa; El bom [boom] variedad de palma de huano.

Otros se refieren a nombres de animales: El chec-ech [chek’ech] garrapata, coloradilla; El kambul [k’anbúul] oco faisán; El chacmool [chakmo’ol] variedad de jaguar Felis onca; El huech [weech] armadillo; El xkau [k’a’aw] pájaro grajo; El chembech [ch’e’en-beech’] pozo de la codorniz; El chimez [chimes] ciempiés; El chuy [ch’úuy] especie de gavilán o aguililla; El kihuic-zodz [k’íiwik soots’] plaza del murciélago; El turix [tulix] libélula; El huolpoch [wóol póoch’] cantil, víbora venenosa; El huay-toro [wáay-toro] brujo que se convierte en toro; El chomac [ch’omak] gato montés; La tucha [xtuucha] variedad de mono/a; El pájaro hu y El xcom de etimologías desconocidas.

Existen nombres diversos como El Chilam Balam, libros escritos en maya durante los siglos XVII y XVIII; El xkul-arco, arco amputado o truncado; Xcalachén [xka’a-lak’-ch’e’en] dos pozos unidos; El xlapac [xla’pak’] muro o pared vieja; El potoltoc [potól-tok’] quizá piedra dura o pedernal perforado.

En Mérida, algunas esquinas son llamadas esquina de fraile cuando permiten la construcción de casas orientadas al Norte y al Oriente, lo que da mayor frescura por estar expuestas a los vientos dominantes y a la sombra.

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