Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia.- Theodore Roosevelt

Nuestro sistema federal tiene su base en el Artículo 40 constitucional que establece  la existencia de Estados libres y soberanos en su organización interna, pero unidos  a los poderes federales. De esta manera se organiza nuestra República. Hay facultades de los poderes federales y otras de las autoridades estatales.

En materia de política exterior, la Federación es la que lleva el papel fundamental. Los estados de la República están limitados a establecer vínculos cuasi diplomáticos o políticos con los demás agentes del concierto internacional. Es decir, una entidad federativa no puede suscribir un tratado o convenio internacional con otro estado o nación, sino lo tiene que realizar la Federación (presidente y Senado).

En otros países (Alemania y Suiza), existe la posibilidad jurídica de que partes componentes de la confederación o federación pueden suscribir con otros países instrumentos jurídicos internacionales en ciertas materias (educación, derechos humanos, salud) y obligar a todo el componente a acatar dicho instrumento. Por ejemplo: un lander alemán o un cantón suizo pueden firmar tratados internacionales en materia de derechos humanos con España o Francia. En el derecho internacional, a estos estados se les llama: estados con subjetividad jurídica internacional parcial.

Actualmente, en nuestro país, esto no es posible. Los estados de la República están impedidos de suscribir estos documentos en aras de preservar la tutela de las relaciones internacionales a las autoridades federales.

La pregunta que nos hacemos es: ¿no es tiempo de que en México los estados federales tengan la posibilidad de firmar tratados internacionales con las demás potencias extranjeras sin menoscabo de las autoridades federales? Aunque sé que la tendencia es contracorriente, eso le daría más fuerza a un verdadero federalismo y gradualmente dejaríamos de ser un estado federal irónicamente centralizado.