Los hombres egipcios musulmanes tienen un derecho unilateral e incondicional al divorcio, sin necesidad de recurrir a procedimientos judiciales. Lo único que el hombre debe hacer es repudiar a su esposa diciéndole: “Estás divorciada”, tres veces, configurándose así un divorcio irrevocable que debe ser registrado ante Notario.

Las mujeres que quieren divorciarse en Egipto tienen dos opciones: el divorcio con culpa o causal y el divorcio sin culpa o no causal. Uno de los primeros, aceptado por las cortes, es la enfermedad, incluyendo enfermedades mentales. Fuente: http://eljuegodelacorte.nexos.com.mx/?p=2641

La columna Viernes Cultural consuela al transcriptor, quien tiene el turbante ladeado, un ojo morado, y una pierna rota: “No llores, ninio, tranquilo, dime ¿qué te pasó, te atropelló un camión de la Unión o un taxi del Frente? Cuéntame”.

El transcriptor, con la boca hinchada, balbucea: “Practiqué mucho, a todas horas, y cuando llegué a la casa, le dije: Patricia, estás divorciada, estás divorciada, estás… Y en ese momento me zarandeó y cayó a golpes y trancazos, y me gritó: ¡Estás loco! ¡Tú no eres egipcio, menos musulmán! Además yo dije primero, y no una sino tres, cien mil veces antes que tú: El transcriptor está loco, está loco, está loco, está…”.

Aquí se suspende la narración, por el momento, ya que la columna Viernes Cultural llevó al transcriptor al Psiquiátrico, por lesiones que tardan en sanar más de quince días.

De nada… Saludos…