Estudiantes: peor imposible

Nunca tuve la capacidad en aquellos días de ver la realidad, porque no podía comprender el horror de lo que les habían hecho y cómo: que los mataran y nunca aparecieran.

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Y por la noche, cuando todos se han ido…. Florestán

Cuando la madrugada del sábado 27 de septiembre tuve las primeras noticias de los muertos y desaparecidos unas horas antes en Iguala, me sacudió. Con el correr de las horas traté de empezar a formar el cuadro, terrible, con base en la información que me iba llegando: la masacre a cargo de los policías municipales que en una primera acción mataron a seis personas, tres normalistas de Ayotzinapa, un menor del equipo de futbol de tercera división de Chilpancingo, que había jugado contra el de Iguala, el chofer del autobús y una mujer como daño colateral.

A este saldo se agregó el de los heridos, 24, dos de ellos muy graves, Y, en aquellos primeros momentos, la desaparición de 57 normalistas a manos de los mismos policías al mando del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, del PRD, cifra que el martes se recortaría a 43, los 43 emblemáticos desaparecidos.

Conforme pasaron los días hice una primera conclusión: lo peor que podía pasar era que los hubieran matado. Luego, pensé que lo que realmente era más grave, era que nunca aparecieran, lo que dejaba una vida de dolor e incertidumbre a sus padres, a sus hermanos, a sus amigos.

Pero nunca tuve la capacidad en aquellos días de ver la realidad, porque no podía comprender el horror de lo que les habían hecho y cómo: que los mataran y nunca aparecieran.

Y este escenario, que supera cualquier realidad, fue la crónica de aquella noche del 26 de septiembre, fecha y hechos, que quedarán para siempre, que marcan un antes y un después en este país, en el combate al crimen organizado, y en la colusión de la delincuencia con quienes gobiernan y con los partidos políticos y con las policías.

Parecía que, por terrible, ya habíamos conocido todo.

Pero Iguala nos vino a confirmar que habiendo visto tanto, no hemos visto nada, ya que persiste la relación perversa, suma de complicidades e impunidades que dejó este saldo de horror y que no se han superado.

RETALES

1 SUAVE. La ausencia del presidente Nicolás Maduro baja la tensión de esta Cumbre Iberoamericana por el conflicto que fabricó con el gobierno de Mariano Rajoy, al que ha descalificado e insultado en su tono violento por haber recibido a la esposa de Leopoldo López. Incluso mandó retirar a su embajador en Madrid;

2 ACONTECIMIENTO. El Foro de Comunicación, organizado por el gobierno de España y Televisa ya tomó vuelo. Su primera edición fue en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, en 2012, y esta versión de Veracruz ha dejado la vara muy alta para el próximo, dentro de dos años en Colombia; y

3 NUEVO LEÓN. Es casi una decisión tomada: Ildefonso Guajardo permanecerá como secretario de Economía y no será candidato del PRI al gobierno de Nuevo León, su sueño. La decisión queda entre dos senadoras: Cristina Díaz e Ivonne Álvarez.

Nos vemos mañana, pero en privado

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