Ética útil para hoy

Gürgen Habermas es un autor de obligado análisis para quien intenta tener una postura ética en el convulso mundo de hoy.

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Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversas formas el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.- Karl Marx

Durante años el idealismo fue el corazón de la argumentación filosófica; Kant es precursor de esta corriente del pensamiento racionalista. A partir de la obra de Friedrich Nietzsche, se anuncia el inicio de la posmodernidad al identificar la falta de razón en la reflexión filosófica, artística, literaria, cultural, etc. Esto ha sucedido desde aquel entonces hasta nuestros días. Los ejemplos son muchos. En la pintura tenemos el expresionismo, el cubismo, el surrealismo y otras manifestaciones más enfocadas a expresar sentimientos y visiones personalísimas que al intento de plasmar lo razonable o, como diría Inmanuelle Kant, el imperativo categórico.

Uno de los rasgos más característicos de la posmodernidad es que la razón dejó de ser el centro en torno al cual se movía lo demás. Ahora todo es válido, incluso contra la razón. La razón de hoy es la sinrazón. Como diría Ortega y Gasset: “El hombre masa, sintiéndose vulgar, reclama con orgullo el derecho a su vulgaridad”. La razón dejó de ser el eje rector en la vida del hombre posmoderno.

Gürgen Habermas es un autor de obligado análisis para quien intenta tener una postura ética en el convulso mundo de hoy. Su ética discursiva atiende a varios planteamientos: primero, con su propuesta, se intenta crear una comunidad de buena comunicación entre los actores de la sociedad. Todos en un plano de igualdad y en donde nadie quiera hacer valer su jerarquía ni política, ni económica, ni de ningún otro tipo. Segundo, lo éticamente correcto provendrá no de ninguna fuerza, sino del consenso social determinado por la racionalidad y no por la jerarquía. Tercero, pretende superar de una vez por todas la subjetividad reinante de la posmodernidad por una intersubjetividad que utilizando la razón logre un consenso satisfactorio. Cuarto, es un ponerse de acuerdo entre los miembros de una sociedad en relación con las normas que nos han de regir.

Por estas razones, la ética discursiva de Gürgen Habermas se convierte en una ética de utilidad, una puesta en práctica de servicio, acción y resultados.

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