Extradición y 'orgullo nacional'
Existe la idea de la casi inevitable escapatoria; de que los negocios ilícitos seguirían como si estuviera libre.
El lector Ignacio Szymanski está en desacuerdo con conservar a El Chapo en México porque, escribe, “existe la idea de la casi inevitable escapatoria; de que los negocios ilícitos seguirían como si estuviera libre, y para qué queremos incurrir en todo el gasto de mantenerlo en la cárcel sí Estados Unidos puede hacerlo”.
Ayer, aquí, se planteó la conveniencia de que, ante las peticiones formales que harán distintas jurisdicciones estadunidenses para que México extradite al prominente capo, el gobierno federal opte por mantenerlo en reclusión hasta que se desahoguen los procesos pendientes en su contra… así pasen los 12 años y fracción que faltan para que el señor cumpla la condena original que dejó en pausa su fuga.
“Aquí no se trata de orgullo nacional, sino de lo que más conviene: no se trata de algo así como que El Chapo es nuestro, sino de que la nación entera conozca que los delincuentes por tráfico de drogas serán deportados, sin esperanza de justicia convenenciera, vendida, o de golpes políticos”, remata este lector.