Fe, esperanza y amor

El ser humano no vive sólo de pan. Necesitamos amor y cuidado, y encontrar una respuesta de quiénes somos y porqué vivimos.

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“Alimenta tu fe, y verás como mueren tus miedos”. ¿Qué tanta fe tienes y cómo son tus miedos.... por tu falta de fe?. Bien decía la madre Teresa de Calcuta, que el peor enemigo del hombre es...¡el miedo! Y el mejor antídoto contra el miedo es la fe. Y esa fe sólo nos la puede dar Dios.

“Dios siempre nos da la paz, pero nunca nos deja en paz”. Eso es muy cierto. Porque la paz no viene de pastilla, ni de drogas, viene del encuentro de la criatura con su creador. Dios nos da la paz, pero nunca nos deja en paz; porque nos pide actuar, obrar, cambiar, servir y estar en lucha de ayudar a nuestros semejantes a que sean felices.

El día que cierren tu ataúd, se te va a juzgar por tus pecados de omisión. Eso es, al amor que no diste, los favores que no concediste, y el servicio que no quisiste hacer, y nunca a tu prójimo socorriste.

El ser humano no vive sólo de pan. Necesitamos amor y cuidado, y encontrar una respuesta de quiénes somos y porqué vivimos. Es correcta la frase de Amado Nervo cuando dice: “Si tienes un hueco en tu vida, llénalo de amor”. Erich Fromm es concluyente cuando menciona: “En realidad sólo existe el acto de amar, que es una actividad productiva. Implica cuidar, conocer, responder, afirmar, gozar de una persona, de un árbol, de una pintura, de una idea. Significa dar vida, y aumentar nuestra vitalidad”.

¿Cómo estas viviendo la fe, el amor y la esperanza con tu pareja?. Con los años he entendido, que el matrimonio no es una permanente luna de miel. No, el matrimonio es una vocación a la felicidad. Y toda vocación tiene un costo para ser feliz. En el matrimonio hay que pagar una factura y esa factura es el sacrificio. Los que se han divorciado...nunca se debieron de casar.

Para estar en lucha de ser feliz hay que recurrir a la esperanza. Conocí un segundo nacimiento, cuando mi alma y mi cuerpo se amaron y se casaron. Eso es cuando aprendí que la esperanza es el factor que nos lleva al amor, por medio de la fe.

El amor aunque sea dulce, siempre tiende a agriarse; pero, si lo mezclas con sabiduría y madurez, va a ser un amor para toda la vida. El amor hay que nutrirlo de detalles, cuidarlo de infidelidades y mantenerlo unido a Dios. Si Dios es amor, la mejor forma de expresar el amor es por medio de Dios y con el apoyo de Dios.

La aventura más maravillosa no es llenar de sueños nuestras vidas, si no de hacer de cada momento algo tan fuera de lo común, que parezca un sueño a la hora de recordarlo. Nada es más grandioso, más exigente y a la vez más sereno, que decirnos a nosotros y a los demás: “Estoy aquí”.

La gran diferencia entre lo material y lo espiritual, es que lo material tiene un valor temporal momentáneo…Mientras que lo espiritual tiene un valor infinito.

Tengamos presente que en la relación de pareja y en cualquiera relación, hay que llenarnos de fe, amor y esperanza, porque la alegría comienza en el mismo momento en que cesa la búsqueda de tu propia felicidad y procuras la de otros.

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