Mare hoy sí que en una semana se han movido poco las cosas, lo único con lo que la gente se volvió loca fue con el partido de México contra Estados Unidos, todo el mundo andaba con el Jesús en la boca, y todo por un x’la boleto a la Confederaciones; ojalá así se preocuparan por cuidar el planeta, por ejemplo, y todo mundo tomó sus horchatas mareadoras con el pretexto del partido. Eso sí, fue un buen juego, cardíaco, que se resolvió en tiempos extras y el Chícharo metió su gol, aunque falló como trescientos. 

Hace unos días se aprobó por unanimidad la creación de la nueva Secretaría de Ciencia, Innovación y Educación Superior, la cual va a ser de gran beneficio para la sociedad, porque todo lo que se invierta en educación es buena inversión, y lo más rescatable de este asunto es la gran voluntad política de todos los partidos que tienen representantes en el Congreso para aprobar la realización de este nuevo capítulo en el gobierno de Rolando Zapata, porque al final están para dar soluciones que sean de beneficio para Yucatán y no para poner trabas por grilla barata. Como el gran acierto de hacer una inversión fuerte en estructuras educativas, ya que a Yucatán le tocarán 2,020 millones en los próximos tres años,  eso es bueno porque hay muchas escuelas que se están cayendo de viejas, y hay unas viejas que se están cayendo de buenas, mare no tiene relación pero pegó. 

Muchas felicidades a los yucatecos nominados al Premio Nacional del Deporte, palmas de pie a Rommel Pacheco y la ondina Karen Achach.

También felicito al “museo maya” por el reconocimiento internacional que le hicieron, y hablando de maya, ya se acerca el Festival Internacional de la Cultura Maya, aunque lo que menos hay son artistas yucatecos, y con tanto artista cubano ya no sé si es FICMaya o FiCCuba. Juzgue usted, masinó.