El lunes 15, se celebró el aniversario 204 de la Independencia; el Salón de la Historia del Palacio de Gobierno recibió a los invitados del titular del Ejecutivo. Quedaron atrás los tiempos en los que se asistía para disfrutar los espectáculos desde los balcones, es decir donde el lema era: ¡Viva la pachanga nacional!

No se oyeron expresiones como aquélla de “qué melones”, proferidas por el entonces secretario de protocolo, Jorge Canul, cuando vio los atributos pectorales de la cantante Ninel Conde, comentario que realizó el ex funcionario delante del manager y ex esposo de la artista.

En esta ocasión el sello de Rolando Zapata Bello se impuso, y el protocolo fue riguroso: cinco minutos antes de las 11:00 p.m., ingresó al Salón de la Historia flanqueado por el secretario general de Gobierno, Víctor Caballero Durán, la fiscal Celia Rivas Rodríguez, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Marcos Celis Quintal.

Se cumplió el ceremonial, como mandan los cánones: con el himno nacional y los honores a la bandera y, tras recibir el lábaro patrio, el gobernador salió al balcón central para dar el grito. Adentro la clase política priista sólo observaba los movimientos, entre saludos y abrazos. 

Llamó la atención que no se encontraban en Palacio todos los titulares del gabinete, ya que algunos fueron comisionados a otros gritos. Los que sí estaban eran el secretario de Administración, Roberto Rodríguez Assaf;  Nerio Torres Arcila, de Sedesol, quien se tomaba  fotos con todos; Felipe Cervera Hernández, de Desarrollo Rural, con su esposa Karla Acereto, y Raúl Godoy Montañez, entre otros.

Luis Borjas Romero, delegado de Sedesol, fue con uniforme de su dependencia federal. Otro que sí estuvo fue Omar Corzo Olán, delegado de Gobernación, pero se notó la ausencia de delegados federales y ex funcionarios vinculados con la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco. La clase empresarial sí estaba presente. Ahí se les vio a Bernardo Laris, Jorge Dorantes y Fernando Romero.

Los que deambulaban a lo largo y  ancho del recinto, pero sin llamar la atención, eran los diputados Mauricio Sahuí, Francisco Torres y Alvar Rubio; por el contrario muy alegres estaban Flor Díaz, José Castillo, Gonzalo Escalante y Rafael Chan, quienes festejaban todo y con todos.

El gobernador Rolando Zapata se dio el tiempo para saludar e intercambiar palabras con sus invitados, particularmente  dedicó tiempo a la presidenta del ONMPRI, Lucelly Alpizar; Gabriela Santinelli, con quien duró más su conversación, y Gabriela Aguilar, la titular de la Defensoría del Estado.

En Palacio las formas han cambiado, se ha impuesto el sello de la administración rolandista, se acercan los tiempos donde seguramente  el gobernador incorporará a hombres y mujeres con experiencia y capacidad para consolidar su gobierno.

En el palacio de enfrente, la sesión solemne de Cabildo reunió a tres de sus ex alcaldes: Luis Correa, que no ocupó primera fila; Xavier Abreu, quien sí se sentó adelante, pero muy distante de la dos veces alcaldesa, Ana Rosa Payán Cervera. La única diputada federal que asistió fue la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Beatriz Zavala Peniche, ya que no estuvieron Sergio Chan ni Raúl Paz.