Finos
La novela de Gisbert Haefes, La venganza del Emperador, es un libro que nos demuestra que hay obras finas y otras no tanto.
En el marco de la FILEY 2014, recién concluida, la columna Viernes Cultural y el Transcriptor no resisten reproducir un diálogo contenido en la novela de Gisbert Haefes, La venganza del Emperador (España, Editorial Edhasa, 2011, pág. 26):
- “Si tu culo es demasiado fino para dejarse tocar, deberías meterte en un convento –dijo el posadero.
- “No lo es –la joven adelantó el mentón y enfrentó su mirada: Le he abofeteado porque al tocar quería meter un dedo en cavidades que no están destinadas a su dedo”.
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La columna Viernes Cultural le enseña al distinguido erotómano que entonces podría tocar sin intentar adentrarse en profundidades.
Sí, dice el prócer de los viernes, los libros ilustran, hay finos y no tantos, y todos queremos tocarlos…
Además, remata, lo cantan los filósofos de la Sonora Dinamita, en la canción “Mi cucu”: -“Si quieres puedes mirar… Lo que a ti te dé la gana… Pero si intentas tocar… Te daré una cachetada…”
De nada… Saludos.