Frases hechas, dichos y refranes populares (1)

La lengua española nos llegó con sus frases, dichos y refranes para enunciar valores y saberes filosóficos universales.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La lengua española nos llegó, desde los inicios de la invasión hispana, con sus frases, dichos y refranes para enunciar valores y saberes filosóficos universales.

Por supuesto, muchos se adaptaron o hibridizaron por el contacto con la lengua de los mayas; fenómeno común donde conviven estrechamente dos lenguas: “Ahogarse en un vaso de agua”, “Tener vela en ese entierro”, “Andar por la calle de la amargura” o “Ser más feo que pegarle a Dios” son sólo algunos que se dicen a diario en nuestro medio.

No obstante, existen otros refranes o frases que se dicen sólo en Yucatán: uno muy antiguo es “Estar como loro que ve bizcocho” y se decía cuando uno estaba ansioso de algo que no se alcanzaba.

Los bizcochos dulces eran, en la década de los cincuenta, imprescindibles en el desayuno del yucateco, en el que incluso el loro de la casa participaba, ya que se le daban las sobras.

Cuando a uno le toca la mala suerte o sufrir una desgracia o daño se dice: “¡Ahora sí que me cayó el xulab!”. Xulab es el nombre maya de una hormiga negra carnicera que acaba con los apiarios.

Una frase híbrida que se dice cuando le suceden a uno muchas desgracias en un solo día: Me roban la cartera, choco mi coche, repruebo química… no me puede ir peor “Sólo falta que un perro me wixe”. Wixar (orinar) es un hibridismo formado con wiix más el infinitivo –ar.

Y hablando de wixar, otra expresión que se usa para enunciar que alguien ha hecho o dicho algo que no debía o que juzga a quienes hacen las cosas mal y no hacen nada para cambiarlo: “Está wixando fuera de la bacinilla (que, por cierto, en Yucatán se dice bacenilla).

Por ejemplo, en una discusión, para advertir a alguien que no se exceda, porque el que escucha no lo va a consentir o porque otro pueda escuchar lo que no debe.

“Ponerse en el flechero” se dice cuando se está en una situación crítica o peligrosa en que pueda colocarse un individuo, en especial desde el punto de vista de su seguridad personal o de su posición social o económica.

“Te sugiero que cambies de actitud, porque te estás poniendo en el flechero”. “Flechero” es el disparadero, chiflón o corriente de aire, y la frase se dice por el daño que este aire puede ocasionar a quien se sitúa en medio de esa corriente.

Lo más leído

skeleton





skeleton