La fuerza de las sociedades
Cuando tenemos socios pueden suceder dos cosas y todo va a depender de la actitud que tengan éstos...
Cuántas veces no hemos pensado que si nos asociamos vamos a tener negocios más exitosos, más rápido van a crecer y posicionarse y también vamos a poder dividir actividades y nos podremos centrar en otras funciones, confiando en que las demás tareas se van a realizar. Realmente crees que va a ser así.
Cuando tenemos socios pueden suceder dos cosas y todo va a depender de la actitud que tengan éstos: podemos tener una sintonía perfecta y que el negocio funcione como se esperaba o incluso mejor, esto debido a que los socios están comprometidos con sus actividades y las realizan de manera impecable, o puede suceder que un socio sea el que está más comprometido que otros y éste tenga que estar vigilando que los demás hagan sus tareas, cumplan con sus objetivos y en vez de haber una división de actividades se le duplican o triplican.
Tenemos que tener mucho cuidado al momento de elegir a los socios, no se dejen llevar por las emociones de que van a abrir un negocio y sus amigos van a ser los socios; muchas veces los amigos perjudican en las sociedades porque no dan la talla que se esperaba, incluso no sólo no tienen el rendimiento esperado, sino que te generan pérdidas y perjuicios, incluida la pérdida de la amistad.
Y ustedes ¿qué tipo de socios quieren? ¿Socios productivos y que aporten al éxito de la empresa? ¿O socios pasivos que sólo le cuesten a la empresa? Son preguntas que deben responderse antes de la consolidación de un equipo de trabajo; siempre hay que buscar gente con tus mismos ideales, gente que sume y no reste o frene tus ideas. En todo negocio se debe de arriesgar, pero nunca arriesgues una amistad por una emoción de negocios. Con los pies en la tierra llegarás a tener negocios reales y no sueños sin culminar.