Genitales

Aquí algunos de los nombres afectuosos u horrorizados que en el mundo árabe se otorgaban, hace cinco siglos, a los genitales.

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En el artículo Agrandar el pene de Guillermo Sheridan, en Letras Libres 149, mayo de 2011.

La columna Viernes Cultural, erudita como todos los fines de semana, informa al erotómano de su vida:

“Algunos de los nombres afectuosos u horrorizados que en el mundo árabe se otorgaban, hace cinco siglos, a los genitales: 

Los de los caballeros son: el calvito, el de un solo ojo, el empujador, la paloma, el de cabeza chueca, el cosquillitas, el libertador, el impúdico, el que tiene cara de vergüenza, el chillón, el sastre y el expectorante. 

De las damas: el glotón, el sin fondo, el bilabial, el primitivo, el jorobado, el de la naricita, el puercoespín, el duelista, el avispón y el delicioso”.

La fuente de la información, según el artículo, es un libro de sir Richard Burton (1821-1899), El jardín perfumado, un extraño tratado del siglo XVI que redactara un sheik llamado Mohamed ibn Mohamed al-Nefzaoui con objeto de educar en asuntos de sexualidad a un cierto visir.

Aprobado, sentencia el también prócer de los viernes:

Ya puedo hablar con la propiedad de hace quinientos años. Enriqueceré mi vocabulario.

De nada… Saludos…

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