Sin demérito de otras acciones, la captura del Z40 es la más prominente de cuantas ha logrado la Marina Armada de México durante el actual gobierno federal.

La eficacia de la dependencia se confirma bajo el mando de Vidal Francisco Soberón Sanz, pero era notable ya desde el sexenio anterior, cuando la comandaba otro almirante: Mariano Francisco Saynez Mendoza.

En junio de 2009, sus efectivos localizaron en Cuernavaca al capo Arturo Beltrán Leyva, quien resultó muerto después de un feroz combate. Tres años después, también en junio, la dependencia derrapó al informar que, gracias a “meses de inteligencia naval”, había detenido a Jesús Alfredo, El Alfredillo, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, lo cual resultó absolutamente falso.

Y el 9 de octubre del mismo 2012, de manera más bien incidental, soldados de la Semar que patrullaban caminos en Progreso, Coahuila, se enfrentaron a balazos y mataron a Heriberto Lazcano, El Lazca.

Mañana quién sabe, pero sin la participación de las fuerzas armadas (el Ejército ni se diga), capturas como la del Z40 son, hoy por hoy, inimaginables.