A partir de este sábado la gasolina Magna cuesta 12.41 pesos el litro, al aplicarse el segundo incremento mensual a las gasolinas que a lo largo del año será de nueve centavos cada primer sábado de mes.
Asimismo, el litro de gasolina Premium vale 13.01 pesos, con lo cual este combustible ya superó la barrera de los 13 pesos por litro, mientras que el diésel tendrá un costo de 12.84 pesos.
Muchos empresarios gasolineros de este lado tan sólo están enfocados en su provecho e intereses, además de aplicar los gasolinazos, despachan litros incompletos damnificando por partida doble al cliente que está deprimido económica y moralmente.

Y con ello van exprimiendo los bolsillos de los consumidores, porque aparte de los gasolinazos estos generan una escalada de precios en los productos y servicios básicos. La afectación es enorme.

Si se ejecutaran más fiscalizaciones para verificar las bombas despachadoras de gasolina y diésel, se podrá comprobar de las ganancias injustas con esas argucias despreciables. Es decir, aflora otro “gasolinazo”, como el segundo de los devastadores aumentos por venir en el año.

Y en cuanto a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), se reafirma como un cero a la izquierda que a nadie inquieta, dejando un vacío que mucho beneficia a los prestadores de servicios abusivos, tanto a nivel gubernamental como privado.

El desafío en la economía de bolsillo es el principal reto para miles de familias a nivel nacional, pero en el sur de Quintana Roo hay una mayor vulnerabilidad porque el sector privado no genera empleos en la proporción necesaria.

En caída libre los partidos “chiquillos” 

Las recientes medidas de política electoral cambiaria se caracterizan por comenzar una nueva ofensiva en la subsistencia para los partidos emergentes (chiquillos), PT, Verde, Panal, MC y el recién creado Morena, que enfrentarán en el país los procesos electorales.

Y también consolidan un nuevo sistema de coaliciones para el mercadeo electoral, segmentando la economía en áreas prioritarias para las cuales continuará con cambios en las prerrogativas para los partidos políticos.

La presunta izquierda ha sido atiborrada con partidos emergentes como el Partido del Trabajo, cuyo afortunado concesionario en el estado, Hernán Villatoro Barrios, llegó a la entidad bajado de la sierra como delegado de ese partido con el propósito de minimizar el costo político de uso de los términos que no solo hacen evidenciar su debacle, sino la virtual pérdida de registro al incrementar con la nueva ley electoral del 2 al 3% para sustentar su registro, el que tenían antes para poder subsistir en la nómina del IFE y del Ieqroo.