Golpe letal a los templarios
La banda que mantiene sometido a Michoacán resiente desde ayer un disparo que parece ahora sí, aunque el desenlace tarde años, letal…
La estratégica toma del puerto Lázaro Cárdenas por las fuerzas federales no puede limitarse a que soldados y policías hagan las tareas de administración y vigilancia que vienen manejando a su antojo Los caballeros templarios.
Apunta más bien al comienzo del fin de operaciones como las que reseña en esta edición Juan Pablo Becerra-Acosta: negocios limpios y sucios de máquinas tragamonedas, inmuebles, vehículos, ganado (clembuterolizado), ropa pirata china, llantas coreanas y obsidiana guatemalteca; exportaciones de minerales; extorsiones a empresas portuarias, navieras, contratistas, empacadoras, gasolineras, abarrotes, sindicatos, bares, cafeterías, rastros, transportistas, farmacias, tortillerías, tianguis y prostíbulos, así como el cobro de comisiones en obras municipales.
Si lo mejor que puede hacerse contra la delincuencia organizada es cortar sus fuentes de financiamiento, la banda que mantiene sometido a Michoacán desde el último tercio del foxiato (originalmente La Familia michoacana) resiente desde ayer un disparo que parece ahora sí, aunque el desenlace tarde años, letal…