Golpe de timón

Los rápidos cambios en la realidad política de Oaxaca y de la propia SEP obligan a la sección 22 a reconsiderar sus estrategias de lucha.

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Cuando parecía que el profundo encono entre el exsecretario de Educación Emilio Chuayffet y los maestros de la CNTE seguiría entrampando la aplicación de la reforma educativa en algunos estados, al presidente Enrique Peña Nieto le cayó del cielo la solución al complicado problema y, con sagaz e inteligente movida de ajedrez, sacrifica a un viejo y enfermo peón para posicionar a su ficha fuerte en la pasarela por la sucesión presidencial.

Sobra comentar sobre el currículum de Aurelio Nuño Mayer, de que si sabe o no de los problemas del magisterio, eso es lo de menos. Importa más mantener el rumbo de la nave hacia las elecciones presidenciales del 2018. Los recios almirantes como el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Público, han perdido su brillo ante la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, la ejecución de 22 personas a manos del Ejército en Tlatlaya y la de Tanhuato, Michoacán, así como la estrepitosa caída del precio del petróleo y la depreciación del peso ante el dólar. Un golpe de timón era la última salida.

Con la caída de la popularidad de Peña Nieto a menos del 40 por ciento en la aceptación popular, los ases bajo la manga ya se dejan ver desde muy temprano. La caballada anda muy flaca y no alcanza para cerrar la carrera presidencial. Apuntalar al PRI con Manlio Fabio Beltrones Rivera es poner a su mozo de estoques en la lidia para evitar sorpresas en el ruedo. Llevar a Aurelio Nuño a la Secretaría de Educación resulta la bocanada de aire para el proyecto político. Los dos, fuertes gallones para reposicionarse en el poder. Hoy los discursos han cambiado de tono; la sumisión de un partido fuerte al presidente nos remonta a los viejos vicios del ayer; por otra parte, en la Secretaría de Educación se respira un aire conciliador.

Los rápidos cambios en la realidad política de Oaxaca y de la propia SEP obligan a la sección 22 a reconsiderar sus estrategias de lucha. Nunca más la fuerza y la violencia como tácticas de negociación. Al fin parecen entender, y como muestra está la destitución de los integrantes de su  Comisión Política, aquella que acompañaba a Rubén Núñez, en las negociaciones con las autoridades federales y estatales. En su próxima asamblea estatal del 5 de septiembre integrarán una comisión de coadyuvancia con ex secretarios generales que hayan aportado logros importantes al movimiento. Falta ver la realidad.

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