¡Gracias, porque he aprendido a decir gracias!
Cristo te invita a que vivas su nacimiento, siendo difusor de su amor, dando amor a tu pareja...
¿Qué es la Navidad para ti?. ¿Será que el día de hoy estás esperando el nacimiento de Cristo en tu corazón, o tu alma está sedienta de regalos, licor y fiestas; y para ti Cristo es un estorbo en tus planes de libertinaje.
Hoy ese Cristo que va a nacer el miércoles 24, te hace una invitación libre, consciente y armoniosa, para que lo recibas en tu corazón y en tu familia. Para que tengas una Navidad con Cristo, en Cristo y para Cristo. Si realizas este proceso, Él va a nacer en tu corazón, y vivirá en ti y tendrás paz y amor.
¿Qué te puedo desear esta Navidad? “Te deseo, que el amor florezca en tu corazón, que se apodere de tu alma, y que la encienda con pasión y vigor; que el amor del niño Dios te infunda todo el entusiasmo y la alegría de vivir, que es capaz de brindar un corazón que sabe amar y sabe esperar”.
Este 24 de diciembre, Cristo te invita a que vivas su nacimiento, siendo difusor de su amor, dando amor a tu pareja, para transmitir ese amor que llevas dentro. Ese amor tuyo, que lo tienes escondido, pues no lo has sabido compartir y dar.
Esta Navidad, puedes ser portador del amor de Jesús, al dar cariño, afecto y amor manifestado en obras, a tu padres y a tus hijos, en apapacharlos, respetarlos y hacerles sentir que son seres humanos y no muebles a tu servicio. “No se te olvide Dios trabaja contigo, no para ti”.
Ese mal que hoy te aqueja, esa falta de amor, de cariño, esa necesidad de dinero y de autoestima, ese vacío interior que hoy te embarga y no lo puedes llenar, es la falta de Dios que no lo has dejado nacer en tu corazón. Esa vacuidad que te está aplastando, y por la cual no buscas ya tu esquina. Esa enfermedad que te ha llevado a la neurosis y a la depresión, la única cura es...¡Jesús!.
Esta Navidad no pidas nada y recibirás mucho. Dios ya te dio: una pareja, unos preciosos hijos, unos amorosos padres; te dio hermanos y familia, te dio un techo, algunas propiedades. Por eso, ubica tu mente y enfoca tu espíritu: “tal como piensas serás”.
Este miércoles 24 de diciembre, espera a Cristo con fe de felicidad, con amor compartido y con un amor incondicional. Éste que va a nacer a las 12 de la noche, eres tú. Sí, eres tú, pues Cristo por ti, va a realizar todo ese amor que les quiere dar a tus hermanos, y va a usar tu boca para consolar, tus manos para acariciar y tu palabra para reconfortar, dando su amor manifestado en acciones.
Vamos a darle gracias a Dios, por la vida, por el amor y por nuestra familia, para poder decirle: “Señor, gracias por lo que me das y gracias por lo que me quitas; gracias por la salud y por la enfermedad; gracias por el amor, y por el sufrimiento; gracias por el cariño y por la falta de afecto; gracias por la vida, con la cual nos preparas a la otra vida contigo; y señor en una frase te digo: ¡Gracias, porque he aprendido a decir gracias!”.