La gran Regina

Regina rompe estereotipos, su particular belleza y carisma hacen de ella una mujer espectáculo. No tiene filtros ni censuras.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Entre las gratas satisfacciones que me da el teatro está conocer a gente que admiro y marca rumbos a seguir. Sin duda alguna, entre las artistas que más admiro está Regina Orozco, actriz, cantante, cabaretera, performancera.

No hay manera de definir el talento inconmensurable de Regina. Del cine al concierto, de la televisión al teatro, ella siempre establece parámetros muy altos como artista.  Su conmovedor trabajo en la película “Profundo Carmesí” quedó para siempre en mi imaginación, al grado de escribir una obra pensando en ella como protagonista.

El deseo de ver a Regina actuar una obra mía fue siempre un sueño lejano e  impronunciable. ¿A qué le tiras cuando sueñas yucateca? He seguido el trabajo de Regina, algunos conciertos, obras o espectáculos de cabaret. En todos ellos Regina rompe estereotipos, su particular belleza y carisma hacen de ella una mujer espectáculo. No tiene filtros ni censuras, ella se planta en cualquier escenario y nos asombra.

Hace poco la vi en “Anita la huerfanita” interpretando a la señorita Hannigan. Una vez más su trabajo es extraordinario; Regina Orozco es una giganta que cumple con creces aquello de que no hay personajes pequeños. Ahora que conozco a Regina más de cerca, admiro también su sencillez como persona, su libertad para expresar lo que no le gusta y hacia dónde quiere construir.

En ese camino nos encontramos y queremos hacer algunos proyectos juntas, estamos en ello, intercambiando letras, ideas, utopías. Dije al principio que hace algunos años escribí una obra para Regina, siempre pensé que era imposible que una artista de esa talla actuara una obra mía, pero gracias a la maravilla del teatro, a la empatía que a veces surge entre la familia teatral, creemos que esta obra podrá realizarse el año próximo, ojalá podamos traerla a Mérida y servir un poco de inspiración a los jóvenes que se inician para que establezcan parámetros más amplios, busquen y realicen proyectos con importantes artistas mexicanos.

A mí el teatro me hace soñar alto, si no hay camino, lo construyo y siempre llego. Hace unos días se celebró el Día Internacional del Teatro. No suelo hacer grandes pronunciamientos al respecto, celebro el teatro en mi día a día, trabajando, haciendo a un lado las piedras del camino, viviendo en otros cielos, a veces hostiles, a veces amorosos.

Nunca me han detenido los señalamientos ni la ausencia del presupuesto. Tengo grandes amigos teatrales, ellos siempre me brindan techo y comida fuera de casa y es también por ellos que muchos de mis sueños se cumplen. Si algo tengo que decir en el día del teatro es: GRACIAS.

Lo más leído

skeleton





skeleton