Maquillar. Dícese del proceso de modificar ligera pero significativamente los resultados electorales. Práctica insustituible para beneficiar a opositores cómodos en sistemas de prelación de mejores perdedores para ocupar posiciones de representación proporcional.

Operación tamal. Reunir en un desayuno de tamales en las cercanías de la casilla a grupos de electores cuyo voto se considera comprometido con el partido que la realiza, a fin de garantizar su asistencia a las urnas.

Operación taco. Versión de la Península de Yucatán de la operación tamal.

Padrón rasurado. Padrón electoral en el que han sido excluidos o cambiados de sección votantes identificados como opositores o residentes en zonas opositoras. Es condición fundamental del ratón loco.

Padrón injertado. Añadido de electores ficticios o reales en el padrón. Puede resultar de la inclusión de partidarios, a fin de facilitar el carrusel, o del cambio de electores en función del ratón loco. Fue denunciado por primera vez con evidencias documentales en el propio padrón por Carlos Castillo Peraza, en sesión de la Comisión Local Electoral de Yucatán en 1988.

Ratón loco. Resultado de perder al elector potencialmente opositor rasurado que trata de localizar su nombre en distintas secciones electorales sin encontrarlo.

Taco. Grupo de votos marcados por un partido o candidato y que un solo elector introduce doblados juntos a la urna. Para prevenir esta práctica se estableció la rejilla metálica a través de la cual en la actualidad se depositan los votos en las ánforas.

Taquear. Acción de introducir tacos en la urna.

Urna embarazada. La que al momento de la apertura de la casilla se encuentra ya llena de votos. El uso de urnas de materiales no trasparentes facilita este proceso. De escasos avistamientos confirmados en elecciones constitucionales desde 1991.

Zapato. Casilla en la que el 100% o más de los votos se reportan para un sólo partido político. Por extensión, casillas con mayoría aplastante de uno sólo de los contendientes.

Este glosario no es desde luego exhaustivo, y carece especialmente de expresiones que no llegaron a generalizarse. Esperemos en el futuro poder agregar a la lista de términos muertos otros como cucharear, maicear y chayote. Antes, lograrlo en lo electoral también parecía imposible.