Guerras antibióticas

Un grupo de investigadores descubrió un nuevo antibiótico, la teixobactina, que proviene de una bacteria del suelo y que presenta una estructura novedosa y un mecanismo de acción poco frecuente.

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Seguramente ha oído hablar de la crisis de los antibióticos. Durante siglos las infecciones bacterianas fueron un azote para la humanidad hasta el descubrimiento de los primeros antibióticos, en el siglo pasado, que revolucionaron la medicina.

Desde hace dos décadas la preocupación por el rápido surgimiento y dispersión de los genes de resistencia a antibióticos se ha vuelto una crisis de salud.

Pero hay buenas noticias: en días pasados un grupo de investigadores descubrió (Nature, 7 de enero) un nuevo antibiótico, la teixobactina, que proviene de una bacteria del suelo y que presenta una estructura novedosa y un mecanismo de acción poco frecuente.

Lo fascinante es el enfoque que se usó para hallarlo: en vez de buscar nuevas bacterias productoras de antibióticos usando los métodos microbiológicos clásicos para aislarlas y cultivarlas en el laboratorio, se desarrollaron nuevos métodos para cultivar en su propio ambiente, e incluso en el lugar mismo donde viven, bacterias incapaces de crecer en medios de cultivo usuales.

También se hicieron pruebas para ver si las bacterias sensibles a antibiótico podían volverse resistentes a éste, y se halló que no es fácil. Se podría esperar que la resistencia a la teixobactina tarde décadas en aparecer.

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