Al encabezar este domingo el programa Desarme voluntario en la delegación Cuauhtémoc, el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, pidió hablar bien de la Ciudad de México.

Lo sorprendente sería que demandara lo contrario, porque al tiempo que lo dijera, tendría que anunciar su separación del cargo.

Sin embargo, su dicho figuró ayer en el principal titular de este diario: Matan a otro en Tepito; hablen del DF bien: Mancera.

¿Por qué algo tan comprensible como su llamado se volvió periodístico?: no solo porque en el mismo barrio habían sido ejecutadas tres días antes cuatro personas y algunos vecinos de Tepito figuran entre la docena de desaparecidos de la Zona Rosa (dos semanas atrás), sino porque en casi toda el área se dispuso un extraordinario despliegue policiaco.

Impensable, sin embargo, que siquiera uno de los 400 policías preventivos que vigilan el orden estuviera en el tercer piso de alguna entre centenares de vecindades y evitara que un criminal cometiera uno de los dos asesinatos que ocurren a diario, en promedio, en la ciudad más grande y poblada de México…