¿Hasta cuándo, maestros?

No hay razón para querer cambiar hábitos y costumbres con las vacaciones, planes, calendarios y asignaturas de los estudiantes.

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Cuando niño fui  a la escuela,  aunque algunos lo pongan en tela de juicio. Recuerdo lo  bonito que era levantarse temprano y salir desayunado de casa con la mochila de útiles, listo, con la mente abierta para  empezar el día. El camión costaba 10 centavos. 

Recuerdo a mis maestros: Aidita, Matilde Josefina, Dalia, Miguel, Antonio, Manuel, Jorge, Orlando, etc. Maestros preparados  y entrenados para enseñar, prestos a escuchar nuestras  dudas, maestros que preparaban su clase  y la ejercían a perfección. 

Las clases se impartían de lunes a viernes en turnos  matutino y vespertino, luego no sé por qué razón se cambió a sólo un turno, de 7 a 12. Los sábados se dedicaban a actividades  culturales y de ejercicio.

Las vacaciones eran del 20 de diciembre al 6 de enero del nuevo año, también Semana Santa  completa y los días que se guardaban: 10 de mayo, día del padre,  los pibes en noviembre eran motivo  para preparar eventos culturales  y por  fin las tan ansiadas vacaciones de julio y agosto,  dos meses completitos .

No sé qué está pasando ahora con  las vacaciones y las conquistas sindicales, se sale una semana después en julio, en algunos casos hasta el 15, y se pretende hacerlos volver  el 21 de agosto, afectando intereses de terceros, como son los rentadores  de casas en el puerto, los comercios que se esperanzan de las vacaciones para obtener una utilidad extra y se reducen los beneficios de una convivencia en la  playa.

Ahora no sé cómo esté compuesto sindicalmente el trabajo de los maestros, pero de cada cuatro viernes, uno se descansa porque hay reunión de maestros en las escuelas.  

No hay razón para tantísimos comisionados que no hacen nada, no hay razón para querer cambiar hábitos y costumbres, lo único que se ha ganado en la educación es una falta total de preparación tanto de alumnos como de maestros.

En otra ocasión hablaremos de las presiones que se someten para alcanzar una plaza, especialmente mujeres que sufren acoso sindical.

Veamos el grave problema de educación, no hay repetidores, todos pasan preparados o no, no ejerce el maestro su responsabilidad y poder, porque entonces los padres de familia agremiados piden la cabeza del maestro.

Por otro lado, los maestros que salen de las escuelas y pretenden una plaza  al asistir al examen de admisión truenan al 50%, pese a la reforma educativa. 

Quieres acabar con un pueblo, prostituye a su educación. Gracias Luis Echeverría Álvarez porque modificaste y cambiaste planes, calendarios y asignaturas. 

Le pusiste en la madre a la educación  Volvamos al principio, cuando sí se estudiaba y trabajaba. ¿Hasta cuándo cambiaremos el rumbo?

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