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A lo largo de su vida Chávez fue un fenómeno mediático, un maestro de la comunicación de ideas poderosas y atractivas.

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“Gobernador, gobernador… por favor, una foto con las mexicanas”, alguien se me adelantó y le gritó a quien hoy es nuevamente candidato a presidente de Venezuela Henrique Capriles Radonski. Fue a mediados del 2009 en Washington, él era gobernante del estado de Miranda y se paraba en foros internacionales. Mis primeras impresiones: un tipo agradable, bien parecido, que luce mejor en persona que en televisión.

 En su rostro se dejan ver sus orígenes ruso-polacos, sabe bien que su carisma es una de sus herramientas y hace uso de ello.

Durante los últimos meses Venezuela se volvió un lugar sumamente mediático por la elección presidencial en octubre del año pasado (por el triunfo de Hugo Chávez o por la derrota de Henrique Capriles, depende desde dónde se quiera ver), y recientemente por el fallecimiento del presidente electo.

La oratoria siempre ha sido clave. A lo largo de su vida Chávez fue un fenómeno mediático, un maestro de la comunicación de ideas poderosas y atractivas. Esta no es la novedad. El que se ve más oxigenado y mejor plantado es Henrique Capriles, que compite nuevamente por la presidencia de aquel país. Ha mejorado por mucho su discurso, hoy lo veo más firme, más aguerrido. 

Le pondría cinco estrellas por su estrategia de mantener un alto grado de respeto para el difunto y no hablar de él porque se debilitaría; en lugar de eso co-responsabiliza  a Nicolás Maduro de lo que ha pasado en Venezuela los últimos 14 años.

Algún curioso de la comunicación creó el sitio “Maduro dice”, un contador que se actualiza cada vez que el presi-candidato habla en algún medio público, ya sea radio o televisión. Según este portal, desde el momento en que se anunció la muerte de Chávez hace aproximadamente dos semanas, Nicolás se ha referido a él 3,026 veces. 

Está clara cuál es su estrategia; pero mientras se esté usando la imagen de un muerto como bandera electoral, no me queda claro si este es juego nuevo.
Herique Capriles representa la esperanza de los miles y miles de venezolanos que salen a las calles con sus banderas: “No somos la oposición, somos la solución”. ¡3,026 veces magnífico! porque hay hombres y mujeres que quieren poner fin a la dictadura militar.  En un mes serán las elecciones, esta nación sabe que el mundo la está viendo.M

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