El homosexual no es un enfermo

Vivir en una sociedad 'heterosexual', lleva a que aún exista la discriminación y rechazo a la diversidad sexual.

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El pasado 17 de mayo se conmemoró una edición más del Día Internacional contra la Homofobia y en este año 2015 el Gobierno del Estado emitió el Decreto del Día Estatal contra la Homofobia.

Durante mucho tiempo la homosexualidad fue considerada una enfermedad, hasta que, en 1974, la Asociación Americana de Psiquiatría eliminó del Manual Diagnóstico y Estadístico de Desórdenes Mentales esa situación personal como enfermedad, reconociéndola como una expresión más de la sexualidad.

Pero, ¿qué es la homofobia? Es el miedo, rechazo, persecución, prejuicio o discriminación contra hombres y mujeres que se reconocen a sí mismos como homosexuales o de la llamada diversidad sexual (lesbianas, gay, bisexuales, travestis, transgénero, transexuales e intersexuales). Por extensión se habla de lesbofobia, bifobia y transfobia. 

Vivir en una sociedad heternormativa (“ser heterosexual”), lleva a que aún exista la discriminación y rechazo a la diversidad sexual y a que en no pocas ocasiones personas de este colectivo, al no aceptarse como diferentes, sufran culpa y discriminen y rechacen al grupo del que puede decirse forman parte.

Lo anterior conlleva muchas situaciones a nivel emocional que derivan en afectación de la salud mental y que pueden derivar en una baja autoestima, depresión, adicciones e incluso suicidios.

Imagine usted a un adolescente que está en el proceso de búsqueda de sí mismo y se descubre gay o lesbiana y todo a su alrededor le dice que si lo hace público vivirá rechazo y discriminación. Me detengo en esta reflexión que continuaré la semana próxima.

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