¡Horrible Peralta, hazme un hijo!

Según Gamboa Patrón, líder de los priistas en el Senado, afirmó que “la mayoría de los mexicanos está a favor de las reformas”.

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Este fue el grito inconsciente que salió del vientre de los mexicanos cada vez que Horrible Peralta horadaba la portería de Costa de Marfil cual si fuera un equipo de exploración de Pemex en contrato de utilidad compartida en aguas profundas. 

Algo que sólo podía ser comparado con el éxtasis que se le podía adivinar en la mirada a Gamboa Patrón, líder de los priistas en el Senado, cuando afirmó sin siquiera pestañear que “la mayoría de los mexicanos está a favor de las reformas”, seguramente apalancado en algunos sueños húmedos y petrolíferos dictados letra por letra por el Tata Cárdenas. 

Tan así, que casi puedo imaginar a nuestros compatriotas no solo dispuestos a dar su venia con alegría a los dictados gobiernistas, sino incluso decididos a entregar los choznos de don Plutarco a sus hijas, hermanas y jefecitas en sacrificio por el puro placer de no contradecirlos.  

Y es que como México no es un país, sino una telenovela escrita por la señorita Laura, todo es melodramático, dogmático, folclórico y autoparódico o no será. Lo vemos en el éxtasis desatado por la reforma energética que automáticamente genera traidores a la patria lo mismo si estás a favor o en contra. Si estás por la modernización premoderna de Pemex eres un miserable, un canalla y un mal mexicano; si abominas cualquier transformación a la paraestatal por ser parte de un plan maquiavélico del capitalismo salvaje, eres parte de una sucia tribu de cavernicolitas.

Y lo mejor es que ambas posiciones que se miran con sospechosismo como grupos de autodefensa que se defienden de los grupos de autodefensa están avaladas, letra por letra, por el general Cárdenas que en su autobiografía no autorizada ya es ISO-9000.

Como sea y guardando las diferencias, aceptando sin conceder, lo mismo pasa con Horrible Peralta, hoy convertido en el Niño Fidencio del futbol en calidad de salvador de un Tri que bajo su comandancia, sin duda, llegará hasta el infinito y más allá, o sea a Río de Janeiro. En un chico rato hasta lo enviaremos a Harvard a felicitar a la noble institución educativa que, a pesar de tener reptando en su campus a Jelipillo Calderón y la Pinchi Sota (diría doña Chepina quien aspira a acabar de terminar con el PAN desde su presidencia), es considerada la mejor universidad del mundo. Ya lo único que falta es que la PGR diga que La reina del Pacífico no fue extraditada a México por razones jurídicas y errores en el debido proceso, sino porque quería tener un hijo con Horrible Peralta. 

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