Horrores ortográficos

Pese a que inicialmente se habían detectado 117 errores, atribuibles al sexenio pasado, hoy su número es incuantificable debido a otros aspectos de la gramática de nuestra lengua.

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Con la llamada “nueva generación de materiales educativos” anunciada la semana pasada, la Secretaría de Educación Pública busca sustituir completamente los actuales libros de texto de primaria para finales de 2018, aunque se espera que este proceso inicie en el próximo ciclo escolar (2014-2015).

Pese a que inicialmente se habían detectado 117 errores, atribuibles al sexenio pasado, hoy su número es incuantificable debido a otros aspectos de la gramática de nuestra lengua. Estos no fueron simples errores  ortográficos, van más allá; detrás de los errores se esconden la irresponsabilidad y la ligereza con que los funcionarios de la SEP asumieron su responsabilidad con la educación de los niños. 

Muchos de los libros carecen de bases pedagógicas y científicas como en el caso de Español, lo que produce un daño irreparable a los niños. En ellos se concentran la mayor cantidad de errores en donde los más frecuentes son: la falta de información y de contenido, la mala aplicación del acento diacrítico, el uso correcto de mayúsculas, la escritura de nombres de países, la ubicación geográfica, la puntuación correcta de las oraciones, el uso de pleonasmos, entre otros. Algunos ejemplos de ellos son: “Exijen”, “Kenedy Center”, “colegió”, “compañia”, “distrosionan”, “iconográgico”, “Gadalajara”, “alumo”, “codice”, “trasporte”, “transladan” y “Cristobal”.

El libro con más errores es el de Español lecturas de cuarto grado, con 12 de los “horrores”. Le sigue el de Geografía de cuarto grado, después el de Ciencias Naturales de cuarto grado, con ocho fallas; luego están el de Español lecturas de tercer grado, con siete errores, y el de Español de primer grado, con seis palabras mal escritas. Los libros de cuarto grado son los más dañados, ya que se ubican con el mayor número de palabras mal escritas.

Aunque para la corrección, o en su caso, el diseño de nuevos libros, se buscara el acertado apoyo de la Academia Mexicana de la Lengua y grupos de especialistas en diferentes disciplinas, también se habló de transformar el modelo educativo a través de una vasta consulta nacional mediante diferentes foros regionales. Aquí es donde estos temas delicados caen en el populismo; debemos dejar que los especialistas elaboren los nuevos materiales educativos y didácticos para los alumnos si en verdad se quiere superar la crisis educativa. Y faltan los de secundaria.

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