Huracán Earl, peor que lo esperado
Los daños del meteoro se concentraron en la ciudad de Belice y sus zonas aledañas, incluyendo el centro turístico de la isla de San Pedro...
El pasado jueves 4 ingresó a tierra, por un punto cercano a la ciudad de Belice, el huracán Earl, de categoría I en la escala Saffir Simpson, con vientos sostenidos de 130 km/h y rachas que alcanzaron 160 km/h; sus vientos abarcaron un área alrededor de su centro de hasta 40 km de distancia con fuerza de huracán y de más de 160 km -se habla incluso de 200 km- con fuerza de tormenta tropical.
Los daños del meteoro se concentraron en la ciudad de Belice y sus zonas aledañas, incluyendo el centro turístico de la isla de San Pedro. Como mantuvo siempre una dirección de desplazamiento hacia el oeste, eso benefició a la Península de Yucatán y en particular al Estado de Yucatán, pues pasó más lejos de lo que se pronosticó, aunque cayeron acumulados de altura de lámina de agua que variaron entre 35 y 55 mm, siendo la zona maicera de Yucatán donde hubo buenas lluvias que ayudaron grandemente a las milpas que ahí están creciendo.
Este sistema, una vez en tierra, se degradó a tormenta tropical, pero mantuvo franca dirección oeste, que lo hizo pasar por el norte de Guatemala, norte de Chiapas y Tabasco, sur y centro de Veracruz, norte de Oaxaca, Guerrero e Hidalgo, donde los acumulados de lluvia fueron muy importantes, al grado de provocar inundaciones, desbordamiento de ríos y lagunas y desgajamientos de cerros, provocando con ello hasta el momento un número importante de muertes -más de 40 y siguen contándose-, haciendo de éste un mortífero sistema. Hay que recordar que, de los componentes de un ciclón tropical, las inundaciones provocadas sobre todo por lluvias intensas y marejadas son las que más muertes provocan y no necesariamente tiene que ser un gran huracán para que suceda esto.