Todos los caminos llevan aroma. Florestán

Una de las propuestas del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto es reformar el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos, IFAI, y sus comisionados le están dando la razón. Es inaplazable.

Este organismo, que ya da muestras de agotamiento, quizá por su cercanía con el poder y exposición en medios, ha sido fundamental en la transparencia de los asuntos de gobierno, pero no se aplica la misma regla para sus propios asuntos.

El más reciente es el escándalo por la elección como presidente de Gerardo Laveaga, que fue impugnado fuertemente por el también comisionado Ángel Trinidad Zaldívar.

Todo comenzó al acercarse el fin de la presidencia, excepcional, de Jacqueline Peschard. Todo indicaba que su sucesor natural era el mismo Trinidad Zaldívar, decano de los comisionados, hasta que comenzó a hablarse de la candidatura del recién llegado Laveaga.

Pero llegó el día de la votación y tras cuatro rondas, ganó por tres votos a dos.

En la toma de posesión, Trinidad pidió la palabra para hacer público su descontento y rechazo a la presidencia de Laveaga, al que acusó, entre otras cosas, de perezoso.

Me sorprende —reprochó a sus pares— que mis colegas hayan dado su voto a quien en cada reunión privada tildan de perezoso y eso de resolver asuntos no es lo suyo. No pude votar por alguien que hace apenas seis semanas se descartó para ocupar la presidencia del IFAI porque él mismo dijo que desconocía el tema, que le faltaba mucho por aprender, que no tenía la experiencia necesaria, que no entendía cómo funcionaban ni el instituto ni la transparencia.

Laveaga negó todo, pero ya nadie pudo tapar el conflicto que se vive al interior del IFAI, que se agrava con las acusaciones contra la comisionada Sigrid Arzt.

La realidad es que ya no sé si la reforma al IFAI se podrá consumar con esta misma alineación de comisionados y conflictos internos.

Pero de que es inevitable, lo es. Y además urgente.

El punto es ¿quién supervisa la transparencia del IFAI?

RETALES

1. LIBRE. La Primera Sala de la Suprema Corte liberó, pero no exoneró, a la secuestradora Florence Cassez, quien a esta hora ya debe haber sido recibida en París como heroína;

2. GIRO. Desde Davos, donde participa en el Foro Económico Mundial, Marcelo Ebrard negó que la embajada de Azerbaiyán haya dado dinero al GDF para la estatua del dictador en Reforma. Esa versión es falsa. Cometimos un error, sí, pero no somos bandoleros. La embajada pagó directamente a los contratistas;

3. INVITADO. Miguel Ángel Mancera es el invitado de honor a la plenaria de los senadores del PRI en Nayarit. No sé si lo hayan invitado los senadores del PRD. Con eso de que no se afilia al partido.

Nos vemos mañana, pero en privado