En los últimos días una vez más es tema de varios titulares el problema que se está generando en granjas de Guanajuato con la presencia de gripe aviar, el segundo brote en este año, lo que tiene con los “pelos de punta” al sector avícola no sólo de Yucatán sino de todo el país, porque, aseguran, parecieran ineficientes los cercos sanitarios que se han implementado.

Las autoridades en materia sanitaria hablan de un “control” en esa zona del país; sin embargo, hay que recordar que lo mismo ocurrió el año pasado en Jalisco y la enfermedad de las aves sigue apareciendo.

De acuerdo con productores, en este caso de Yucatán, el problema de control no sólo está en el manejo que se tenga en las granjas contaminadas y menos el ingreso de mercancía proveniente de esos puntos del país, sino en la proliferación de aves silvestres, que podrían ser las que estén “esparciendo” el virus.

En esas especies -y no es nada particular contra ningún pajarraco (kau)-, no existe un control sanitario y menos la vigilancia que podría darse para evitar que se mantenga el riesgo entre los productores avícolas, por lo que tendrán éstos que seguir invirtiendo sumas millonarias en sus negocios con tal de evitar que estas aves silvestres puedan contaminar a sus animales.

Ni modo, no se puede acabar con los pájaros silvestres, los que ahora sí representan un riesgo.