Los voceros de las dependencias de gobierno, independientemente del nivel y del partido político por el que fueron postulados, utilizan información económica que sirve como soporte para expresar  y darle mayor credibilidad a sus líneas argumentativas.

Generalmente se utilizan datos económicos en los que se festeja algún tipo de avance; en nuestro caso, en Quintana Roo, se utilizan datos de la industria turística para decir que el Estado avanza. En otras zonas del país los datos que se utilizan provienen, por ejemplo, de la industria de la transformación o de cualquier otro tipo de industria, como la minera. 

Con las recientes reformas en materia energética es muy probable que se utilicen datos del tipo macroeconómico para intentar crear la percepción de que se está moviendo a México, tal como decían los anuncios hace unos meses: se podrá informar que la inversión extranjera directa crecerá de manera sustancial. Es muy probable que en los próximos meses se destine presupuesto público a informar qué empresas relacionadas con la industria del petróleo y el gas invirtieron en nuestro país varios miles de millones de dólares. 

El gasto público dilapidado en generar algún tipo de consenso para que las reformas fueran aceptadas por una parte de la población fue histórico. Los anuncios en radio, televisión, internet y medios impresos fueron de varios cientos de millones de dólares.  

Los partidos políticos utilizaron las medidas políticas y jurídicas que consideraron convenientes para defender su postura, aunque dos de los tres principales partidos políticos del país tenían posturas afines respecto a la reforma energética.  Es importante recordar que los asuntos se debatieron en pleno Mundial de fútbol y que además de  ese evento, hubo varios acontecimientos que fueron cubiertos por los medios de comunicación con mayor seguimiento y atención, por ejemplo el caso del albergue de la Gran Familia y Mamá Rosa. 

La reforma ya aprobada ha sido promovida por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, a través de los locutores de los programas de espectáculos, quienes tienen un poco más de experiencia en el seguimiento de las desventuras de los protagonistas de las telenovelas que lo concerniente a materia petroquímica.

Quienes defendieron la postura de abrir este segmento de la economía a la iniciativa privada apostaron porque creen que en el futuro de esta industria traerá algún tipo de beneficio económico para el país. Entiendo que también la disciplina frente al partido que los postuló fue importante.  

Sin embargo considero que los datos económicos serán manejados como en el sexenio transcurrido entre 1988 y 1994. Los números macroeconómicos funcionarán para los informes de gobierno. La realidad es que aún con las reformas los expertos en materia económica siguen reduciendo la expectativa de crecimiento económico. La gasolina seguirá subiendo de precio. Millones de mexicanos van a emigrar a Estados Unidos para poder conseguir algún empleo que este país no les puede ofrecer. No hay comercial o anuncio que pueda revertir la realidad;  la realidad no se cambia con entrevistas a modo en los programas de mayor rating.