Juegos tradicionales sin juguetes

Sacamanteca es un juego de niños en que, sentados en línea, se empujan haciendo fuerza en sentido contrario, para sacar a los de los extremos.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En Yucatán existen determinados juegos infantiles que fueron llegando desde principios del siglo XX, especialmente con la educación escolarizada, son  generalmente juegos con reglas simples como el busca-busca, también conocido como guarda-guarda, que consiste en que un niño, con los ojos cerrados y apoyado de un árbol o pared, cuente hasta determinada cantidad mientras los demás participantes se ocultan detrás de objetos, paredes o árboles.

Al terminar de contar, busca a sus compañeros escondidos. El primero en ser descubierto será el próximo en pasar a contar cubriéndose los ojos con las manos.

En otras regiones del país a este juego se le llama escondidillas. 

Otro juego popular grupal es pesca-pesca, en el que un jugador designado corre en un área determinada detrás de un compañero de juego y si logra agarrarlo lo deja fuera de la jugada. 

El brincaburro es un juego semideportivo de muchachos, en que uno se agacha -doblándose en ángulo recto, con los codos sobre las rodillas y con la cabeza inclinada- para ser saltado, los demás que vienen de atrás corriendo saltan sobre él, poniéndole las manos sobre la espalda y abriendo las piernas, pero el que toque la parte trasera del que está agachado pierde y tendrá que hacerla de burro.

Sacamanteca es un juego de niños en que, sentados en línea, se empujan haciendo fuerza en sentido contrario, para sacar a los de los extremos.

La matanza de cochino es un célebre juego infantil en el que uno interroga al otro: “¿Mataron cochino en tu casa? –Sí. // ¿Le jalaste la cola? –Sí. // ¿Le tuviste miedo?// –No”. Y acto seguido el que interroga, mirándole fijamente los ojos, le aplaude fuerte y si aquél cierra los ojos, significa que sí había tenido miedo.

Otros juegos fueron creados por los habitantes de la región o recibieron nombres en maya como el pak’alja’as (del maya paak’al, ser plantado y ja’as, plátano). Nombre de un juego que consiste en apoyar rápidamente ambas manos en el suelo frente a una pared y levantar el cuerpo hasta poner los pies sobre ella, quedando así de cabeza.

El pich’k’ulim (del maya pich’, pequeño tordo cantor y k’ulim, arrugado). Pizpirigaña, es un juego que consiste en tomarse todos de las manos pellizcándose por el reverso y de pronto se sueltan a ver quién se quedó atrasado. 

Un juego familiar era el  kaachich (del maya ka’a, partícula duplicativa y chiich, abuela. Bisabuela) que consistía en levantar en vilo a un niño tomándolo de la cabeza con ambas manos y preguntándole: ¿Quieres ver a tu kaachich? En Mérida decían por transformación semántica: “La cara e’ tu chich”.

Lo más leído

skeleton





skeleton